Incluso antes de la Eurocopa, todo parecía indicar que la intención de Harry Kane era la de salir de Tottenham ante la frustración de quedar al margen de los grandes partidos y sin mayores posibilidades de títulos en un equipo que no ha logrado aprovechar las oportunidades celebrar campeonatos.

"Deseo jugar los partidos más importantes. Esta temporada estuve viendo la Champions por televisión y esos son los partidos que quiero jugar", comentó previo a la competencia de selecciones nacionales, en la que también sufrió el duro golpe de quedarse a puertas de levantar el trofeo al caer con Italia en penales.

A todo esto se sumó que, según versiones de prensa, se habría ausentado de los entrenamientos de los Spurs a principios de semana a modo de protesta y como gesto de rebeldía para forzar que la institución se abra a negociar por su traspaso, siendo el Manchester City el principal interesado.

Sin embargo, el goleador negó que su ausencia significara que estuviera rebelado contra la institución. "Me duele leer comentarios que se hicieron esta semana cuestionando mi profesionalismo. Quiero aclarar que nunca me nunca me he negado a entrenar. Volveré mañana (sábado) al club, como está planeado", afirmó en un comunicado publicado en su cuenta de Instagram.

Kane fue enfático al decir que nunca pondría en riesgo su relación con Tottenham, equipo con el que ha estado unido por una década. Solo resta esperar si finalmente se quedará con los londinenses o si finalmente dará el salto a otro conjunto en donde sí pueda cumplir con sus aspiraciones.