La Roma terminó su última temporada en el fútbol italiano con un discretísimo sexto lugar en la tabla de posiciones, por lo que los dueños se pusieron rápidamente manos a la obra en dos frentes.
Lo primero será nombrar a un nuevo entrenador, que reemplace a Claudio Ranieri. El ex Leicester reemplazó a Eusebio di Francesco pero no pudo levantar la campaña y en su lugar llegará, casi con seguridad, el portugués Paulo Fonseca.
El segundo frente obliga a potenciar el equipo, y de eso ya se está encargando Fonseca. La prensa italiana aseguró que el lateral izquierdo Ismaily y el mediocampista Marcos Antonio tienen un pie en la capital italiana.
Ambos son dirigidos por Fonseca en Shakhtar Donestk, pero el paladar del nuevo director deportivo, Francesco Totti, quiere algo más de experiencia, sobre todo en la zona media tras la partida de Daniele de Rossi.
Para este escenario ha puesto sus ojos en dos chilenos: Erick Pulgar y Charles Aránguiz. El primero era una carta de Monchi, el anterior director deportivo, y Bologna le puso precio: 12 millones de euros.
Lo del Príncipe es un interés que tambié se manifiesta en el tiempo, ya que hace dos años el conjunto italiano fue por el hombre de Bayer Leverkusenantes de su lesión de rodilla.
La Roma ya tuvo al chileno David Pizarro como integrante de uno de los mediocampos más recordados del último tiempo y Copa América será clave para definir el gusto por los dos hombres que integran el plantel de Reinaldo Rueda.
El único pero de Aránguiz está en la relación que ha forjado en Leverkusen, especialmetne después por el respaldo que le han dado en sus últimas bajas por lesión.