Con cinco Balones de Oro, una Eurocopa y cientos de goles y títulos en sus clubes, Cristiano Ronaldo es considerado uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos, pero el inicio no fue fácil.

El astro portugués recordó cuando tuvo que dejar Madeira muy joven para ir a la capital de su país y unirse al Sporting de Lisboa.

“Mi familia se estaba despidiendo de mí. Llevaban gafas de sol, pero podía ver cómo se les caían las lágrimas. Me fui con esa imagen al avión. Fue el momento más duro de mi carrera. No pude evitar llorar”, rememora en un reportaje de Dugout.

En la misma nota, habla Leonel Pontes, quien era técnico de la academia del Sporting en ese entonces: "En 1997 nos comentaron que había un chico de mucha calidad en Madeira. Era distinto a los demás. individualista, con personalidad, competitivo... Es difícil encontrar un chico con ese talento, ese control emocional y ese liderazgo que él tenía”.

 

"Desde muy temprano pensaba en su cuerpo, en mejorar el golpeo...”, añade el entrenador, quien al verlo no dudó: "Tenemos que ficharlo”

“Ahí comenzó mi viaje. Cuando dejé a mi familia en Madeira, fue lo más duro de mi carrera profesional”, finalizó Cristiano.