El pasado domingo España vio suspendido el duelo entre Rayo Vallecano y Albacete por La Liga 2 en Madrid. Los hinchas locales le gritaron “nazi” al delantero rival, el ucraniano Roman Zozulya, de 30 años.

Los hinchas del Rayo desataron su furia contra la organización del torneo alegando que, paradójicamente, las canchas españolas son constantemente víctimas del racismo y nunca hacen nada, salvo esta vez en que ellos se expresaron, indirectamente, contra las supuestas actitudes ultraderechistas de Zozulya, que hoy rompió el silencio.

“Quiero comunicar que cuando empezó la guerra en mi país no teníamos ejército. Las personas se reunieron e intentaron ayudar al ejército. Nuestro fondo jamás compró armas ni utensilios para el combate, sólo equipamientos técnicos para salvar vidas. Mis compañeros y yo nos hemos dedicado a comprar ambulancias, comida, ropa... No soy fascista, neonazi ni racista. Considero que ayudar a mi propio país y ser patriota no es ningún delito. He recibido el apoyo del Presidente de mi país ¿Algún presidente apoyaría a un nazi?”, dijo el ucraniano.

Agregó que “cuando te encuentras en una situación de visitar un hospital y no dejar de ver gente enferma, herida, pues sufres y por eso estoy en este fondo. Sabemos que la guerra es algo horrible y considero como patriota que tengo que formar parte y ayudar a mi país. Nuestra asociación ayuda a los hospitales, a gente enferma de cáncer. He contado muy poco sobre lo que estamos haciendo, podría contar mucho más”.

La asociación a la que se refiere Zozulya es Narodna Armiya (“Ejército Pupula”), un grupo paramilitar de ultraderecha de Donbass, que combate contra las organizaciones pro rusas.

Además, el jugador cuenta con varias polémicas, entre ellas ser confeso admirador de Stephan Bandera, líder del independentismo ucraniano y figura de la extrema derecha del país. Por otro lado, apareció en fotos luciendo un fusil y el 14-88, código de los grupos neonazis en alusión a las 14 palabras del supremacista blanco, David Lane (“debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos”), y dos haches: “Heil Hitler”.

“Las fotos que podemos ver han aparecido después y ya me empezaron a llamar nazi. Queremos subrayar que primero me llamaron fascista y luego nazi y hace poco ya racista. Por supuesto, como todos sabéis, mi mejor amigo es Bela y me da igual el color o la nacionalidad que tenga. Son todos iguales. Podéis preguntar a mis excompañeros del Betis o a los del Albacete, nunca he tenido ningún detalle así”, se defendió.

Incluso, Zozulya estuvo cedido en el Rayo Vallecano, pero tuvo que irse rápidamente por presiones de los hinchas, en medio de otra polémica por ocupar el dorsal 18, que muchos interpretaron con una apología a Adolf Hitler por el número que ocupan las primeras letras del nombre y apellido del líder del nazismo en el abecedario.

“Me dieron el 18 en el Betis y en el Dnipro, no lo escogí yo, me lo dieron. En el Dinamo de Kiev tenía el 49. No tiene por qué significar nada. Me gustaría agradecer a España en general por todo el apoyo, he recibido muchos mensajes. Para mi España es mi segunda casa y amo este país”, sentenció.