Parece chiste, pero no lo es. El pasado domingo se enfrentaron Rosario Central y Newells en el estadio Marcelo Bielsa, propiedad de este último. Los jugadores y cuerpo técnico de la visita protestaron por lo que, aparentemente, eran cenizas de muertos en el camarín, además de un insoportable olor a amoniaco, apenas horas antes del pitazo inicial. 

Las autoridades competentes realizaron una invetsigación a pedido de Central, elenco en el que jugó ese día el chileno Alfonso Parot. Y el Departamento Biológico de la Policía de Rosario determinó que el famoso polvo...solo era talco. 

Las mismas autoridades determinaron que también hubo arena y los empleados del club utilizaron amoniaco para limpiar el polvo del vestuario, pero el polvo no era el que emitía el insoportable olor. El club rojinegro identificó a la persona que tomó esa decisión y se esperan medidas.

Pero de cenizas de muertos...nada.