Hace dos semanas, y a poco de comenzar el partido entre Boca Juniors y Agropecuario por la Copa Argentina, Milton Leyendeker le entró durísimo y totalmente fuera de contexto a Exequiel Zeballos. Fue a los cinco minutos del primer tiempo y nadie entendía nada. El juez del partido, Nicolás Ramírez, primero le mostró amarilla, pero tras ver la gravedad de la lesión del Changuito, expulsó al infractor. El futbolista del Xeneize se fue entre lágrimas.

Tras los exámenes, las noticias no fueron alentadoras: Zeballos sufrió daños en los ligamentos del tobillo y en la parte posterior de la tibia, lo que requirió cirugía y estará entre cuatro y seis meses fuera de las canchas. Mientras, Leyendeker tuvo que esperar 15 días para conocer su sanción, la que terminó siendo inédita.

Claro, porque el Tribunal de Disciplina de la AFA lo suspendió por ocho partidos con un agregado nunca antes visto: debe cumplir no sólo en la Copa Argentina, torneo donde cometió la falta, sino que también en la Primera Nacional, divisional donde se desarrolla su equipo, Agropecuario. Es decir, Leyendeker, quien ya purgó dos duelos, no podrá estar en seis de las siete fechas que quedan en el torneo donde se desempeña el Sojero y podrá reaparecer, recién, en la última jornada ante Deportivo Morón.

Hace unos días, Leyendeker fue a ver a Zeballos a la clínica y se manifestó acongojado. “Me preocupa el tema de la sanción. Estaba en un momento muy bueno, venía siendo titular, tengo contrato con el club, ya había hablado con el presidente por el tema de la renovación, soy un pibe humilde, no estoy sobrado. Tengo un contrato normal, no gano fortunas. Tengo el contrato de cualquier laburante que trabaja las ocho horas, gano más o menos lo mismo”, relató.

“Necesito jugar, necesito laburar. Nunca quise lastimar. Entiendo que me tienen que sancionar porque fue un foul desmedido, solo pido que no me corten la carrera. También por el lado de que ayudo a mi familia, ayudo a mi vieja, que está con mi hermanita. Mi mamá hace comida en casa para vender. Y yo trato de ayudarla en lo que más puedo”, complementó con angustia.