España tenía un pie y medio en los cuartos de final de la Eurocopa pues vencía 3-1 a Croacia en su partido de octavos a falta de poco más de cinco minutos para que el partido finalizara pero vino una debacle ocasionada por el pundonor y valentía de los balcánicos que fueron por la heroica.
Los de Luis Enrique se habían sacado el golpe inicial del insólito autogol de Pedri con mucha culpa del portero Unai Simón al minuto 20 que abrió el marcador y que puso a dudar a los ibéricos que habían jugado mucho mejor en la recta inicial del compromiso que tuvo un desarrollo muy emocionante.
Los campeones del mundo en Sudáfrica 2010, pese a eso, pudieron reponerse primero con el tanto del empate por parte de Pablo Sarabia antes del descanso y en el segundo tiempo parecía que se metían el partido en el bolsillo con las oportunas anotaciones de César Azpilicueta y Ferrán Torres.
Pero luego llegó la debacle. Al 85 quien puso todo mucho más emocionante fue Mislav Orsic en una enredada jugada en el área española y mandándola a guardar a pesar que en primera instancia parecía que se la sacaban sobre la línea pero finalmente traspasó por completo la raya de gol.
Los nervios se apoderaron de España y en segundo minuto de los seis que se añadieron un preciso centro desde la izquierda del mismo Orsic cayó en la cabeza de Mario Pasalic quien cabeceó en solitario el golazo que desató la locura de Croacia que así forzó el tiempo extra para definir el cupo a cuartos.