Solo 10 partidos tiene a nivel profesional el juvenil del Rennes, Eduardo Camavinga, pero en su último partido parecía el más experimentando y más tomando en cuenta que en frente tenía al PSG con su alineación llena de estrellas.

Con tan solo 16 años tomó protagonismo en el medio del campo de los suyos y fue un constante dolor de cabeza para los parisinos que no encontraron la forma de pararlo. Demostró que pese a su edad no se iba a esconder en esta cita.

El mediocampista hizo un trabajo completo en el encuentro y no solo a nivel ofensivo sino también se pudo ver quitando balones e impidiendo el juego fluido de los dirigidos por Tomas Tuchel.

Pero el show de Camavinga no solo terminó ahí. En el comienzo del segundo tiempo puso una precisa asistencia a la cabeza de Romain Castillo, quien la mandó a guardar para el 2-1 definitivo.

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