“La selección francesa es lo mejor que me ha pasado en la vida”, dijo Didier Deschamps esta mañana, en la última rueda de prensa del técnico de Les Bleus antes de la final del Mundial de Qatar 2022. Y seguramente la compleja coyuntura de los galos era lo que le impedía esbozar la sonrisa que reparó especialmente para la gran cita planetaria.
Decir que Dedé está nervioso es faltar el respeto a sus años como capitán de la Juventus. Pero la incomodidad es difícil de disimular, en especial cuando debe hablar de los dos grandes problemas que arrastra su equipo en la antesala del duelo con Argentina, este domingo al mediodía: el virus del camello y Karim Benzemá.
Sobre la enfermedad que atacó a cinco de sus jugadores, el DT casi no dio señales.”Estaban durmiendo cuando me vine (a la conferencia), así que no tengo la información más reciente. Intentamos arreglárnoslas lo mejor que podemos, de forma tranquila. Hoy habrá datos. Los tendré esta noche y hasta mañana para asegurarme de que estamos listos”
¿Pudo prever esta situación, que mantiene en veremos a Kingsley Coman, Ibrahima Konatpe y Raphael Varane?”Es un tema que les interesa (a los periodistas), lo comprendo. Intentamos tomar todas las precauciones posibles, adaptarnos y hacerle frente, sin pasarnos. Esta es obviamente una situación… Si no existiera sería mejor, pero nos las arreglamos como podemos”, sentenció.
¿Deschamps está molesto por Karim Benzemá?
Pero si algo pareció indigestar al técnico francés fue la mención a Karim Benzemá, el delantero que fue dado de baja por la seleccón de Francia producto de una lesión muscular en el muslo izquierdo, pero que ya volvió a jugar un amistoso en el Real Madrid y está habilitado para sumarse al plantel galo en Qatar.
Era la pregunta obvia, pero el entrenador ve debajo del agua. “¿Se pasan la voz entre periodistas extranjeros para preguntar por él? Si no contesto, dirás que estoy enfadado. Tengo jugadores que se lesionaron antes. Karim es uno de ellos. El último en lesionarse fue Lucas Hernández. Desde entonces, tengo 24 jugadores que gestionar. Plantear la pregunta sobre estos jugadores es, cuando menos, un poco torpe”, sentenció el DT.
“El grupo está aquí. No me preocupan las invitaciones (a amistosos) de jugadores, ex jugadores o jugadores lesionados, ni me ocupo yo. Teníamos un grupo al principio y por lo que pasó… Perdimos a tres de ellos, con (Christopher) Nkunku al principio. Fueron parte del comienzo de la aventura. Mañana seremos 24”, aclaró el estratega.
La locura por Argentina en Doha
Como un general de mil batallas, Didier Deschamps sabe que la final no es un concurso de popularidad, pero que Francia hoy no es el favorito de las multitudes. Doha está lleno de argentinos y se prevé que el estadio Lusail tenga más de un 85 por ciento de hinchas albicelestes.
“Este equipo argentino cuenta con un apoyo popular muy fuerte. Esto es así en todas las competencias. En el estadio mañana, aunque habrá aficionados franceses, la mayoría serán de Argentina. Espero un ambiente festivo. El pueblo argentino es apasionado. Apoyan plenamente a su equipo. Se canta mucho”, advirtió el seleccionador galo.
Por eso, el entrenador prefiere ver el vaso lleno de un escenario igualmente atractivo. “Es bueno que haya tanto ambiente para un partido como éste. Es una final. Después, nuestros adversarios no están en las gradas, sino en el campo. Uno de los dos equipos tendrá una tercera estrella en su camiseta tras el partido de mañana”, complementó.