Coquimbo Unido me mete en los libros y saca la cara por el fútbol chileno a nivel internacional. Los piratas tuvieron una dura llave y cayeron por la mínima ante Junior, pero la ventaja en la ida por 1-2 les dio el paso a semifinales de Copa Sudamericana por primera vez en su historia.

Los aurinegros tuvieron que lidiar con las polémicas intervenciones del VAR y la presión de los cafetaleros para conseguir el boleto a la ronda de los cuatro mejores. Un hito que quieren seguir extendiendo hasta alcanzar la gloria.

El VAR puso el suspenso

Luego de la victoria por 1-2 en la ida, los dirigidos por Juan José Ribera tenían un saldo a favor para la vuelta. Pero todo se deshizo tras la polémica aparición del VAR que le dio la ventaja a los colombianos.

Cuando corrían los 6’ minutos de partido, Edwuin Cetré encaró por la banda izquierda y se metió al área. Un toque fuerte hizo que la pelota se le fuera larga ante la salida de Matías Cano, pero el extremo aprovechó la oportunidad para lanzarse antes y así generar una falta del arquero, la que fue ratificada por la tecnología y los jueces pese a lo evidente del piquero.

Miguel Borja lo cambió por gol desde los 12 pasos con un remate al palo izquierdo del guardameta y dejó todo abierto de entrada. Y Junior, con el cobro anterior, intentó reclamar todo para ganar faltas, pero finalmente ambos elencos se fueron al descanso con el 0-1 en el marcador.

 

Dientes apretados y abrazos de ilusión

En el complemento Coquimbo Unido salió con una actitud mucho más desafiante que en la primera mitad. Pero la asfixiante presión de Junior les impidió llegar con claridad a la portería rival. Y más con sus principales figuras lejos del rendimiento habitual.

Rubén Farfán, el más peligroso en ataque, intentaba hacer daño por las bandas. Sin embargo, nunca logró encontrar a sus compañeros en buena posición de remate, algo que leyó Ribera y que lo llevó a enviar a Lautaro Palacios a la cancha.

Pero el amuleto de los segundos tiempos no pudo aplicar su suerte y estuvo muy lejos del gol. Esto hizo que los locales ganaran tiempo con las faltas y así quemar los minutos restantes. Matías Cano, en los descuentos, se lució con un tapadón clave para la tranquilidad y los suspiros hasta el tan esperado pitazo final, que desató los abrazos y la locura pirata.

Coquimbo Unido avanza a las semifinales de la Copa Sudamericana y se medirá ante Defensa y Justicia de Argentina, otro que está en la instancia por primera vez en su historia. La cuarta región es un carnaval y el barco sigue su aventura para encontrar el tesoro. Ese que tantas veces se le ha negado a nuestro país.