Darío Benedetto vivió la que puede ser la peor noche de su carrera como profesional hace algunos días cuando falló dos penales en el partido de vuelta de los octavos de final de la Copa Libertadores ante Corinthians en el que Boca Juniors quedó eliminado de la máxima competición continental.

El delantero erró en el tiempo reglamentario con un lanzamiento al palo y en la tanda mandó su ejecución a la segunda bandeja de La Bombonera, que de haberlo convertido le daba la clasificación a los xeneizes. Sin embargo, ahí empezaron a complicarse las cosas para los suyos y terminaron fuera.

El Pipa, confesó, que no pudo pegar un ojo durante toda esa noche. "7:30 de la mañana me dormí, con bronca, con mucha bronca. Me movía en la cama, transpiraba, me destapaba, me agarraba frío, pensaba, miraba el techo. La verdad no la podía creer. Me dolió mucho porque tuve la clasificación en dos ocasiones y no la pude aprovechar", apuntó.

El experimentado atacante habló de cómo decidió cobrar la quinta ejecución de los suyos. "Yo no pedí patear el quinto, empezó Seba (Battaglia) a nombrar quiénes pateaban y yo le dije 'a mí no me saques'. El quinto lo pateo yo. Había jugadores que se ofrecían y cuando vi que quedaban poquitos lugares dije 'yo pateo'".

Sin embargo, Benedetto advierte que la próxima oportunidad desde los 12 pasos de Boca Juniors la tomará y más si pasa ante Talleres de Córdoba este fin de semana. "Si hay un penal el sábado, lo pateo. Me considero un jugador con personalidad como para volver a patearlo, quedaría muy mal visto si no agarro la pelota y pateo", manifestó.