Se fue Lionel Messi de Barcelona pero la vida continúa para un equipo golpeado por todas partes pero que supo comenzar La Liga de la mejor manera al golear a la Real Sociedad con marcador de 4-2, en una muestra de buen juego y contundencia en el primer partido sin su mayor ídolo histórico en 17 años.

Fue un encuentro redondo para los de Ronald Koeman con una gran actuación de Memphis Depay, quien a pesar de no marcar fue fundamental y puso la habilitación para el primer gol en un tiro libre frontal con un preciso centro a la cabeza de Gerard Piqué al minuto 19' para encaminar la victoria.

 

Hasta esa anotación, la superioridad blaugrana fue absoluta pero de poco fue bajando revoluciones pero en una de las últimas de la primera mitad, en un error en la salida de los vascos, Frenkie de Jong encontró un espacio por la derecha y se conectó por vía aérea con Martin Braithwaite, quien con un testarazo la mandó a guardar.

A los 59' el danés volvió a vacunar en una nueva jugada en la que brilló Memphis, quien pegado al sector derecho se conectó con Jordi Alba y su llegada a la línea de fondo, envió un potente pase por bajo que detuvo Álex Remiro pero el rebote quedó en el pie del atacante nórdico, quien no perdonó.

Real Sociedad le puso emoción en los últimos minutos en dos de sus únicas aproximaciones, primero con Julen Lobete al 82' y luego con Mikel Oyarzabal con un precioso zurdazo en un tiro libre que puso a sufrir a los culés de manera inesperada, en un partido totalmente controlado.

Sin embargo, Barcelona cerró cualquier posibilidad de dejar ir los tres puntos y en tiempo de descuento con un contragolpe, conducido por Antoine Griezmann, quien abrió para Braithwaite para que este centrara y encontrara a Sergi Roberto para que hiciera el 4-2 decisivo con el arco vacío. Victoria y tranquilidad para los de Koeman que comenzaron de la mejor manera una época incierta.