Con 22 años, Diego Valdés dejó Audax Italiano para llegar a la liga mexicana, específicamente al Monarcas, donde alguna vez fue ídolo Marco Antonio Figueroa.

El país azteca es lugar fecundo para los jugadores chilenos que desde siempre han logrado brillar en ese torneo, y el volante audino lo ha vivido en carne propia, ya que de Morelia saltó al Santos Laguna gracias a su buena campaña.

Y pese a que su equipo no anduvo bien esta temporada, Valdés se las arregló para marcar tres goles y asistir en cinco ocasiones, convirtiéndose en la figura de su cuadro, por lo que el poderoso América se fijó en él y no dudo en comprar su pase.

Las Águilas han tenido varios chilenos en sus filas, quizás sea Iván Zamorano el más bombástico, y ahora el volante intentará convertirse en ídolo convirtiéndose además en el futbolista número 29 nacido en estas tierras.

¿Cuáles han sido los 10 cracks chilenos del América?

Carlos Reinoso

Tal como Diego Valdés, Carlos Reinoso dejó Audax Italiano para llegar al América de México, y lo hizo en 1970 luego de reforzar a Colo Colo en un cuadrangular de verano donde le marcó un gol al poderoso Santos de Brasil, su actuación fue tan determinante que los aztecas decidieron contratarlo sí o sí.

Este crack chileno fue bautizado como el Maestro, y de inmediato fue idolatrado por la parcialidad de las Águilas luego de convertirle un gol al Toluca y quedarse con el título mexicano.

 

Su aporte siempre fue importante para su equipo y otra vez fue figura en la obtención del título en la temporada 1975-76 donde pasó a la historia al hacer un gol de rabona en el partido definitorio ante  los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara.

Pero, su brillantez no sólo sería a nivel local, en la final de la Copa Interamericana de 1978 con Boca Juniors, se dio el lujo de ejecturar un perfecto tiro libre que dejó parado a Hugo Orlando Gatti, dándole el título internacional e inscribir su nombre con letra doradas en esa institución.

Iván Zamorano

El poderío del América de México se puede graficar en la contratación de Iván Zamorano, delantero que dejó el Inter de Milán para cruzar el océano y convertirse en el centrodelantero de las Águilas.

Bam Bam cumplió todas las expectativas y en dos temporadas marcó la no despreciable suma de 38 goles.

El carismático atacante apenas tocó suelo azteca aseguró que llegaba al América para ser campeón, y lo cumplió en 2002, cuando lideró a su equipo para romper una racha que ya tenía un poco más de 10 años.

En la final ante Necaxa, el entrenador Manuel Lapuente lo dejó en el banco, ingresó en la segunda parte y marcó el gol que empataba la serie. Su aporte sería vital para levantar ese tan ansiado trofeo.

Osvaldo Castro

Pata Bendita Castro es de esos goleadores chilenos que no son tan reconocidos pese a la increíble cantidad de goles marcados, de hecho, es el quinto máximo goleador en la historia del fútbol mexicano, al convertir, ni más, ni menos que 214 goles.

Luego de jugar en Unión La Calera y Deportes Concepción, el atacante llegó al América en 1972 y estuvo hasta 1975, siendo un jugador muy reconocido por los hinchas de las Águilas.

En la temporada 1973-74 se convirtió en el goleador del torneo mexicano con 26 goles. En ese mismo año ganan la Copa México al Atlas, y Pata Bendita marca uno de los dos goles en la final.

Roberto Hodge

Luego de que Carlos Reinoso triunfara apenas llegó al América de México, el cuadro de la capital azteca puso sus ojos en el mercado chileno y apostó por una figura del mítico Ballet Azul: Roberto Hodge.

El Negro jugó tan bien en las Águilas, que es considerado uno de los mejores volantes de contención de la historia del fútbol mexicano.

Titular absoluto ganó una Copa de México (marcó uno de los goles ante el Atlas) y también se dio el gusto de ganar la Liga.

No sólo mordía en la mitad de la cancha, también ejecutaba tiros libres cuando Carlos Reinoso lo dejaba, así le marcó uno recordado al Cruz Azul.

Miguel Ángel Gamboa

Miguel Ángel Gamboa nació en Audax Italiano como varios cracks que partieron desde Chile a México, pero en el caso del Loco, saltó desde Colo Colo a Tecos en 1975. Su rapidez y facilidad para encarar rivales lo transformaron en un puntero izquierdo temible.

Fue así como en 1978 fue contratado por el América de México, donde en tres temporadas marcaría 44 goles en 116 partidos.

El medio partidario Realidad Americanista define al chileno como "flaco, espigado, descarado, pícaro, vivo, popular, mediático. Maravilloso futbolista a quién le gustaba encarar al rival, gambetearlo y llegar al fondo de la línea. Rápido, muy rápido como pocos y goleador. De los mejores extranjeros en la historia del club, un auténtico crack

Fabian Estay

Después de un paso fugaz por Colo Colo, Fabián Estay viajaría a México para jugar en el Toluca, donde se convertiría en un ídolo luego de ganar el bicampeonato mexicano.

Su gran nivel le permitió llegar al América, el club más grande de México donde sería pieza clave para convencer a Iván Zamorano de firmar por las Águilas.

El volante no tuvo un rendimiento como el que tuvo en el Toluca, pero le alcanzó para convertirse en un jugador importante y que fue titular siempre.

Ganó con el América la Copa Gigantes de la Concacaf en 2001, y fue clave en el rendimiento de su equipo en la Libertadores 2000 donde llegaron a semifinales.

Reinaldo Navia

Reinaldo Navia tuvo buenas campañas en los Tecos donde marcó 30 goles en 62 partidos, por lo que su salto al América fue del todo natural.

Eso sí, el Choro necesitó una revancha porque en su primer paso apenas convirtió en cinco ocasiones en 2002, por lo que tuvo que buscar otro club, el Monarcas Morelia, donde volvió a demostrar toda su valía.

Las Águilas lo recuperaron dos años más tarde donde ahora sí se destapó, marcando 25 tantos en 47 partidos.

Salió campeón del Clausura 2005 y parte del plantel 2004 que llegó a octavos de final de la Copa Libertadores de América.

Manuel Rojas

Manuel Rojas era un volante exquisito que nació en Palestino y con apenas dos temporadas en el cuerpo viajó a México para enrolarse en el América.

Estuvo dos temporadas y le bastó para salir campeón en 1975 dejando gratos recuerdos entre los hinchas de las Águilas.

Marco Antonio Figueroa

Hablar de Marco Antonio Figueroa en México, son palabras mayores. Es que este letal delantero no necesitó jugar en un grande de Chile para salir al exterior, y luego de un paso por Everton, en 1986 llegó al Monarcas Morelia, donde se convirtió en uno de los máximos ídolos de la historia del club.

Los muchos goles convertidos en los canarios le significaron llegar al América, donde hay una discusión si es que le fue bien o mal, lo cierto es que de todos modos se las ingenió para entrar en la historia del club.

En efecto, el Fantasma fue parte del plantel que ganó la Concachampions en 1990, el simil de la Libertadores en Norteamérica y América Central.

Ricardo Rojas

Luego de ganar el bicampeonato con Universidad de Chile (99-2000), Ricardo Rojas llegó al poderoso América de México donde estuvo en tres momentos diferentes.

Ganó el campeonato de 2002 cuando el equipo lo dirigía Manuel Lapuente siendo uno de los bastiones en defensa. En 2004 sale a préstamo para defender a Universidad Católica y vuelve otra vez el 2005 a las Águilas.

Ricky vuelve a dar una nueva vuelta olímpica con el América en 2005, y no se quedó ahí, porque ese mismo año gana el campeón de campeones.

El ex defensor tendría su Last Dance en 2009, cuando por tercera vez retorna a vestirse de crema y ya reconocido como un historico de ese equipo.