Tomás Alarcón atraviesa una temporada para el olvido. Con poco espacio en Cádiz, decidió emigrar en el invierno europeo al Zaragoza de una división más abajo para tener regularidad. Sin embargo, solamente suma cuatro partidos como titular, más otros cuatro entrando desde la banca.

El formado en O'Higgins expresó su malestar por la falta de continuidad, con una autocrítica que espera lo haga mejorar. "Vine para sumar minutos y no los estoy teniendo. Tenía muchas aspiraciones de jugar, necesitaba minutos, sumar confianza", confesó antes de asegurar que una expulsión fue clave en su baja de rendimiento.

"Esa roja me jugó una mala pasada", manifestó debido a que lo llevó a perder terreno. "Salí del equipo titular y entraron compañeros que lo hicieron bien y lamentablemente no he podido convencer al míster para entrar en el once", añadió.

"No estoy ni cerca de lo que soy", agregó luego, explicando que le costó agarrarle la mano a la competencia. "Los primeros dos partidos me costó adaptarme porque llevaba cinco meses sin jugar y no tenía ritmo ni confianza", señaló.

Ahondó en que la posición en el campo también es un tema importante. "En Chile yo tenía un volante fijo que me respaldaba para soltarme, pero acá Francho (Serrano) se libera mucho y yo doy más equilibrio. A él le dan mucha más libertad y eso ha gatillado que no he podido mostrar mi mejor versión", indicó.

De todas maneras confía en ir mejorando, pues el entrenador quedó contento con los 45 minutos que jugó ante el Huesca, en el empate 1-1 de su escuadra. "El DT (Fran Escribá) me felicitó. También ve lo que hago en la semana. Sé que en cualquier momento me llegará una oportunidad y no la soltaré", se tuvo fe.

Alarcón no fue convocado por Berizzo para el partido ante Paraguay por esta falta de continuidad, algo que espera revertir de cara al inicio de las eliminatorias que será en septiembre, cuando la Roja enfrente a Uruguay y Colombia.