El domingo 14 de mayo estaba decretado como un día de fútbol no solo en Chile, sino que en el mundo. Además de la programación de la fecha 7 completa, en Inglaterra el Chelsea y Manchester United protagonizarían la Gran Final de la FA Cup femenina, que a la postre se quedó con las blues.
El primer tiempo mostró a unas Diablas Rojas con muchas ganas de quedarse con la victoria. El equipo dirigido por Marc Skinner estuvo muy cerca de abrir el marcador y quitarle la racha de títulos a las londinenes, en un Wembley Stadium que estaba repleto hasta las banderas y que cosechó un nuevo récord de público.
Sin embargo, no la tuvieron fácil y al descanso se fueron empatadas sin goles. Esto, pese al gol que les anularon a los 30 segundos y al penal que el VAR determinó no cobrar. Chelsea, en ese contexto, fue que se aprovechó de cara a la segunda mitad y logró rescatar la victoria con un cambio que fue clave.
Desde que a los 57′ entró a la cancha Pernille Harder por Jessie Fleming, todo cambió. Sam Kerr aprovechó el ingreso de la danesa para anotar el único gol del partido. Corría el minuto 68 cuando la australiana recibió un centro de Harder, que convirtió en el 1-0 parcial (y definitivo) luego de superar a Mary Earps.
Así, la precisión, posesión y excesivo ataque del Manchester United, quedó en nada ante un Chelsea que puso en el marcador la ventaja que necesitaban. Y aunque las mancunianas atacaron hasta el final, no fueron capaces de batir a la siempre poderosa Ann-Katrin Berger.
Las londinenses se convirtieron en tricampeonas y consiguieron su quinta FA Cup Femenina en la historia. El título las posiciona como el cuarto equipo que más copas inglesas ha ganado en la historia. Esto, solamente por detrás del Arsenal (14), Southampton (8) y Doncaster Belles (6).