Decir que la Copa América 2024 en Estados Unidos fue polémica, es ser complaciente. El festival de cobros incomprensibles, mala organización y pésimas canchas fueron protagonistas de la actual organización del torneo que en 2015 y 2016 ganó la Selección Chilena.
Marcelo Bielsa destapó la olla. Pero, a simple vista y a la distancia, ya se podía ver hirviendo. Nunca antes un torneo continental había sido tan criticado y vapuleado como el que ganó Argentina el pasado domingo
Si nos vamos a la experiencia directa. Chile sufrió de la polémica en la primera rueda. Por lo menos tres cobros de VAR terminaron perjudicando a la Roja. El más claro: el codazo de Bombito a Rodrigo Echeverría, en el inicio del duelo ante Canadá.
Uno de los bochornos más grandes se dio en la previa de la final, cuando el público creó problemas con la entrada al partido. Según estimaciones como la de Iván Zamorano, fueron alrededor de siete mil hinchas los que entraron sin disponer de tickets. Exagerado o no, el problema de la previa fue real.
Añadamos un problema más
Otra de las cosas que llamó la atención en el final de Copa América es la transformación del evento en una especie de Super Bowl estadounidense. El show del entretiempo duró 25 minutos, pasando por encima del propio reglamento del fútbol, que impone un cuarto de hora de descanso.
A eso podemos agregarle las críticas surgidas por las supuestas invitaciones de cantantes y personajes de la farándula a la final. Varios de ellos fueron enfocados por las cámaras de la transmisión oficial, mientras observaban el partido desde palco.
Uno de ellos, Maluma. El cantante urbano colombiano estuvo presente en el evento e hinchó por la Selección de Colombia. Sin embargo, tuvo que sufrir de la “simpatía” de la afición argentina y terminó gritándose con los aficionados trasandinos.
De un lado al otro del estadio, el cantante urbano se gritó con la hinchada albiceleste. Eso sí, mientras Maluma parecía descontrolado, los argentinos simplemente se reían mientras lo miraban.