Decir que la Copa América 2024 en Estados Unidos fue polémica, es poco. El torneo que en 2015 y 2016 ganó la Selección Chilena, se convirtió este año en un festival de cobros incomprensibles, mala organización y pésimas canchas.
Fue Marcelo Bielsa el que terminó destapando una olla que, a simple vista y a la distancia, ya se podía ver hirviendo. Nunca antes un torneo continental había sido tan criticado y vapuleado como el que ganó Argentina el pasado domingo
Es cosa de ver lo que pasó con Chile en la primera rueda. Por lo menos tres cobros de VAR terminaron perjudicando a la Roja. El más claro: el codazo de Bombito a Rodrigo Echeverría, en el inicio del duelo ante Canadá.
¿Podíamos esperar que la final quedara inmune a las polémicas? No. De hecho, desde antes de iniciado el duelo, la muchedumbre que entró a la fuerza al Hard Rock Stadium propició una situación que hizo tambalear el inicio del partido entre Argentina y Colombia.
Polémica intra-partido
Claro que no fue solamente en la previa del duelo que se produjeron situaciones de alto contenido polémico. Podríamos enumerar varios durante la final, como la mano en el área de Colombia o el foul que pidieron sobre Alexis MacAllister.
Sin embargo, el que más llamó la atención de los colombianos y los amantes de las teorías conspirativas fue una patada en el área cafetera, sobre el final del encuentro, que no fue sancionada.
Davinson Sánchez saltó para bajar un balón y Nicolás Tagliafico le puso una patada sin pelota, que el colombiano no simuló como una gran agresión. El VAR, ni pío.
Para ser justos, eso sí, la jugada no es clara y ni siquiera el colombiano reclamó. Pero, algunas veces, cuando se pierde, se intenta abrir los ojos y mirar debajo del agua. Lo que no quita que esta Copa América esté entre las de peores cobros arbitrales de la historia.