Luciano Cabral entró en la prenómina de 55 jugadores que Ricardo Gareca entregó de cara a la Copa América. El talento mostrado en el torneo local con la camiseta de Coquimbo respalda la decisión del entrenador, pero hay un problema extradeportivo: el jugador está inhabilitado de entrar a Estados Unidos debido a su condena por homicidio en Argentina, ocurrido el 1 de enero del 2017.
Álvaro Bellolio, actual asesor de la ANFP y ex director del Servicio Nacional de Migraciones, fue tajante al respecto. “Las reglas son claras sobre el tiempo que tiene que pasar después de una condena y Luciano todavía está en ese período”, señaló en ADN.
Agregó que “la única opción es tener un permiso especial, pero es un proceso bastante complejo, necesita involucrar autoridades de alto nivel, gestiones en la embajada que es prácticamente imposible de hacer en menos de seis meses”.
Por esto es que el periodista Fernando Tapia escribió una columna en Radio Pauta apuntando a la ANFP, pues no entiende que sea nominado entendiendo su situación judicial.
“¿Por qué es considerado si el funcionario experto en la materia, contratado por la Federación, asegura que la opción de que pueda viajar es casi nula? ¿La dirigencia del fútbol chileno ha iniciado gestiones de alto nivel para conseguirle la visa?”, comenzó señalando.
¿Gareca sabía la situación de Cabral?
Fernando Tapia plantea un tema más profundo: si el DT Ricardo Gareca estaba al tanto para nominarlo. “¿Estaba informado el técnico de la Selección Chilena de la situación judicial que afecta al futbolista? Esto último es difícil de creer, ya que la situación de Luciano Cabral ha sido ampliamente expuesta en los medios de comunicación”, señala.
Piensa que a pesar de la situación “es muy posible también que Gareca haya querido reconocer con su inclusión en la nómina larga por su extraordinaria campaña con Coquimbo, donde es figura y se ha transformado en uno de los principales valores del campeonato chileno”.
Sin embargo, la crítica es profunda por dejar a Cabral en un paredón. “El entuerto administrativo en el que está ahora, lo deja abiertamente expuesto a que su caso sea nuevamente debatido, incluso con opiniones legítimas que cuestionan que una persona con su historial pueda ser considerada para representar al país en un evento internacional”, indica.
“Lo que está claro es que el tema se ha tratado con desprolijidad, cuestión que en todo caso no debe sorprendernos viniendo de la actual dirigencia de la ANFP”, remata Fernando Tapia.