Una verdadera revolución se ha producido al interior de Colo Colo después de que Marcelo Barticciotto anunciara que el presidente de Blanco y Negro, Aníbal Mosa, está dispuesto a vender sus acciones y alejarse para siempre del Cacique.

Los ojos inmediatamente giraron hacia las oficinas del Club Social y Deportivo Colo Colo, testigo de los hechos con presencia en la mesa la concesionaria y que en el pasado manifestó su intención por adquirir una participación en la sociedad anónima.

La participación de Mosa en ByN es superior al 36 por ciento de las acciones, lo que le permite contar con tres sillas en un directorio de nueve integrantes. Y según estimaciones del Club Social, el precio del paquete oscilará entre los 13 y 15 millones de dólares.

Pero hay varios cortapisos. En primer lugar, la Corporación no puede comprar acciones como tal, a menos de que se llegue un acuerdo con la totalidad de los accionistas de la empresa. Por esto, en primera instancia la operación deberá ser liderada por un tercero.

En segundo lugar, y según la información aportada por el mismo Barticciotto, las acciones de Mosa se tranzarán en Bolsa, por lo que el precio también será variable, de acuerdo a los montos que tuvo que pagar el empresario por cada paquete.

En tercer lugar, el interés por vender de Leonidas Vial. El opositor a presidencia de Mosa controla cuatro asientos: uno le pertenece y los otros tres a través de la conducción de las distintas corredoras. León ha dicho que cada silla cuesta 3 millones de dólares.

La Corporación necesita cinco asientos para tomar el control mayoritario de Blanco y Negro y ya cuenta con dos directores como Club Social. La compra de las acciones de Mosa o Vial les permitirá tener el poder total.

Pero en el CSD no quieren actuar con premura, sino que esperar los acontecimientos. "Quizás tampoco pueda ser algo tan inmediato. Hay que ver la información oficial que se dé y seguiremos con atención los acontecimientos", aseguran desde el estadio Monumental.

Como sea, es Colo Colo el que puede estar ad portas de un cambio histórico a nivel institucional, y el fin de una era que desde 2005 tiene un nombre de fantasía: Blanco y Negro S.A.