Hay muchos hinchas del fútbol que consideran a Diego Armando Maradona como el máximo ídolo en la historia del balompié. Muchos dicen que el astro argentino es una especie de Dios pecador en nuestra tierra. Alguien que se dejó caer en los vicios, que vivió su vida a su manera y que nunca le tembló la mano de ir contra el poder. Algo muy distinto a lo que genera el brasileño Pelé, por ejemplo, uno de los mejores relacionadores públicos de la historia.
Tal vez por eso es por lo que Esteban Paredes, quien en esta jornada cumple cuatro décadas de vida, es tan grande en la historia de nuestro fútbol. El capitán de Colo Colo llegó a una conferencia de prensa a la ANFP en el 2017 con jeans y zapatillas, un estilo algo “relajado” considerando la tremenda facha con que Mauricio Pinilla arribó al mismo acto. Al nacido en Cerro Navia le daba lo mismo. Días más tarde se iba a vestir de gala en el césped del Monumental para anotarle tres goles a su clásico rival. Esteban habla en la cancha, como lo ha hecho en toda su carrera.
“Paredes siempre fue bueno para entrenar, siempre tuvo una buena condición física. Una de las cosas primordiales que un jugador debe tener es gusto por entrenar. Si pierdes eso, estás liquidado. Hay jugadores que tienen una necesidad fisiológica para entrenar, y Paredes es uno de ellos. Él todavía tiene ese Ojo del Tigre, como en la película de Rocky”, me dijo Justo Farrán, histórico preparador físico de Santiago Morning, en una de las tantas conversaciones que tuvimos para armar lo que es la vida de Esteban Paredes.
Es que lo del 7 de Colo Colo da para un estudio exhaustivo sobre cómo un muchacho que recién a los 29 años supo lo que era defender un club grande, terminó por ser uno de los delanteros más letales de la historia. Cuando un jugador ya comienza a planificar lo que serán las últimas temporadas de su carrera, el nacido en Cerro Navia se preparaba para tal vez el desafío más importante de su vida como futbolista, en esa donde siempre estuvo el “Ojo del Tigre”, del que habla Farrán, en cada duelo que jugó con el Cacique.
Y es que con 40 años Esteban se dio el gusto de ingresar a ese debate al que muy pocos son capaces de acceder. ¿Es el mayor ídolo de Colo Colo? ¿En serio lo es? La pregunta es más que válida, considerando lo transversal que ha sido para la historia del Cacique, siendo líder, levantando copas y llevando la jineta en momento duros. No sólo es el máximo goleador albo en los superclásicos ante la U, sino que también dijo presente en esa amarga tarde del 29 de abril en el Nacional, donde dio la cara y dijo que con él se tenían que ir varios de la institución tras caer 5-0 ante los azules. Si, en los puntos más bajos de Colo Colo en la historia reciente, Esteban estuvo ahí.
La vida de las personas se construye precisamente de esos fracasos, de los cuales Paredes se levantó. No hablamos solamente de ese 5-0 ante la U, de esas derrotas en una cancha de fútbol. Hablamos de la compra de teles robadas, de su falta apoyo público a Carlos Muñoz cuando su compañero lo pasaba mal con la barra, hablamos de haber faltado a su deber cívico para ser vocal de mesa y claro, hablamos del desafortunado apoyo a su representante en medio de un delicado proceso judicial. Esteban tiene de las buenas, pero también de éstas, de las malas, yayitas, de las que tenemos todos, de esas que los más puristas dicen que “ensucian su carrera”, cuando en realidad hacen todo lo contrario. Esteban es lo que conocemos gracias a las malas también, porque de esas creció, como crecemos todos.
Los jugadores como Paredes están en extinción. No solo por sus características en el ataque, sino que por lo que ha llegado a representar para Colo Colo. En una época donde el que apenas sobresale del resto parte al extranjero, tener a un jugador que ha convertido 194 con la camiseta alba es todo un regalo de la vida. Seamos claros, nunca más vamos a ver a alguien no solo convertir esta cantidad de goles en Colo Colo, sino que también en todo el fútbol chileno. Y Esteban, un jugador que después de los 30 aprendió a moverse bien el área gracias a Marcelo Bielsa, es quien ostenta ese honor.
La discusión sobre si es el mejor o no de la inmensa historia alba es un debate que con el correr de los años comenzará a tomar forma. Lo más viejos defenderán a sus jugadores, con los que ellos crecieron y vieron hacer grande a Colo Colo ¿Está dentro de Top 10? Seguro. ¿Dentro de un Top 5? Por ahí algunos lo discuten. ¿El mejor de todos? Palabras mayores. Pero, están en la discusión. Paredes hace que los viejos se emocionen, que los grandes se sientan como niños y que los niños vivan para contarle a sus bisnietos que vieron jugar a ese 7 que llegó de Cerro Navia, comenzó en el Franja Juvenil, debutó en el Chago y se hizo leyenda en Colo Colo.
Por Patricio Echagüe
Autor de “De Hincha a Leyenda: La Biografía de Esteban Paredes”.