Maximiliano Falcón fue una de las piezas claves en Colo Colo para evitar el primer descenso de su historia. El defensor uruguayo arribó al cacique y a punta de buenos desempeños afirmó la defensa, dándole la seguridad perdida en esos días y siendo uno de los factores del repunte.

Pero todo lo bueno que vivieron los hinchas con el peluca pudo no ser, ya que en su juventus se planteó el retiro. En conversación con Sabor a Gol de TNT Sports, el zaguero charrúa revivió sus días como juvenil y todo lo mal que lo pasó por culpa de dos enfermedades.

Jugando en Huracán un muchacho me ve y me habló para ir a prueba a Nacional. Me quedé en la pensión, entrené y me llama a la semana para decirme que el técnico me quería. Ahí me fui a la casita de Nacional, que es como la Casa Alba“, explicó de entrada.

Falcón fue clave en Colo Colo la temporada pasada, algo que pudo no darse. Foto: Agencia Uno

Falcón fue clave en Colo Colo la temporada pasada, algo que pudo no darse. Foto: Agencia Uno

Fue ahí que Falcón detalló su calvario. “Llego con 16, juego un año y me ascienden al plantel de Primera. Fui bien a la pretemporada y a los cuatro días le dije a un compañero que me sentía mal, no tenía fuerzas. Ese mismo fin de semana hubo un contagio de varicela, no dejaban que nadie se quedaran y como nos dieron domingo libre, nos mandaron a un hotel“.

Pero eso no fue lo único, ya que en su segunda oportunidad sufrió otro problema. “Me levanté al otro día y tenía granos en la piel. Me tuve que ir a Paysandú. Me mejoré después de 20 días, pero volví con mi categoría. Me llamaba a veces, llega la otra pretemporada y a los tres días me da papera. Fue un lado primero y el otro después, no podía ni comer“.

Estos dos hechos maracaron un antes y un después para el peluca. “Anímicamente me mató. Me puse a llorar, no me empecé a cuidar con la comida, no entrenaba igual. Y cuando estabaen un momento bueno y teníaa alguien atrás, no entrenaba al máximo. Me fueron comiendo de atrás hasta que me dejaron libre“.

Eso sí, fue en su siguiente club donde las cosas darian un giro total. “Voy a Rentista y le dije a mi representante que esta era la última bala, empecé a entrenar y si no me resultaba, no jugaba más. El primer partido ganamos 1-0“.

El segundo fue el clásico contra Cerrito. Un compañero se desgarró y me llaman, entré a los 14 y nos cagaban a pelotazos con el viento en contra. Por suerte hice un buen partido y terminamos ganado. Al final del partido el técnico me abraza y me dice que jugué como un hombre. Desde ese día fui siempre titular“, cerró.

Por ahora, Falcón se enfoca en recuperar la titularidad en Colo Colo de cara a la Copa Chile, donde los albos aún esperan rival en los octavos de final.