Mario Salas fue ideólogo de uno de los grande golpes que recibió Omar Labruna como técnico de Colo Colo. El 14 de octubre de 2012, Barnechea le ganó 2-1 al Cacique en el estadio Santa Laura, por la fase de grupos de la Copa Chile, en el único triunfo en la historia huaicochera sobre los albos.

Salas era técnico de Barnechea y siete años después recuerda el momento no sin orgullo. "A pesar de que ganamos, fue un partido en el cual no fuimos dominadores del encuentro. Fuimos muy certeros en los goles que hicimos, en los momentos precisos; y eso nos llevó a lograr la victoria", asegura.

"Pero también recuerdo que fue un acoso constante de Colo Colo sobre nuestra portería. Y la verdad es que sacamos un triunfo a pesar de que a lo mejor no lo merecíamos en el contexto global", agrega.

Los huaicocheros venían de la Primera B para derrotar al Cacique con goles de Moisés Vásquez y Jorge Martínez, y descuento de penal de Gonzalo Fierro. Y las lecciones perduran en el tiempo.

"Uno entiende cuando llega a Colo Colo cómo se preparan los otros equipos para jugarle a Colo Colo y a los clubes grandes. La verdad es que la motivación es muy alta y la preparación es más exhaustiva y minuciosa", explica el Comandante.

"Creo que todo el foco y el grado de atención debe estar puesto en no confiarse, en entrar con los dientes muy apretados y entrar con una concentración total que nos permita imponernos sobre ellos y mostrar la superioridad que tenemos", advirtió.

¿Cuánto ha cambiado Mario Salas en siete años? Lo dice él. "Mucho, en todo aspecto: personal, familiar, profesional. No soy el mismo entrenador que antes, soy un entrenador y una persona que ha cambiado y se ha transformado, y la verdad es que soy un ser humano muy distinto".

Finalmente, manifestó su agradecimiento a Barmechea, por "la oportunidad de dirigir al club en esa instancia. (Estoy) Eternamente agradecido, porque me da la oportunidad de vivir esto hoy, de vivir en la banca de Colo Colo lo que proyectaba en esos tiempos", completó.