En 1993, y tras un paso por España, Marco Antonio Etcheverry, el Diablo, desembarcaba en Colo Colo para dejar su huella entre los hinchas albos.
Así lo recordó en diálogo con radio ADN. “Mi llegada a Colo Colo fue algo increíble en mi carrera. Me sorprendió, yo tenía que entrar rápido, porque si la gente se daba cuenta que era yo, me tardaba 45 minutos en entrar. Era hermoso, un hincha que te pare, que comience a llorar y te dice que ama Colo Colo. Son cosas increíbles que viví allá. Es muy grande Colo Colo, muy grande”, expresó.
“Colo Colo es un equipo difícil, es muy pesado. Colo Colo no sólo tiene un compromiso deportivo, sino también en la parte social. Colo Colo tiene que ser un ejemplo, tiene que ser casi perfecto. Es un club muy grande, donde creo que no me fue mal, porque cumplí hasta que me lesioné. Para mí haber sido parte de este club y de lo que representa es muy grande”, abundó.
¿Cómo se dio ese arribo a Pedrero? “El gerente de Bolívar me llama a su oficina y me dice que hay ofertas de Barcelona de Ecuador, de Boca Juniors para ir seis meses a préstamo y esta oferta espectacular de Colo Colo. Yo estaba en la selección con Milton Melgar, que jugó en Chile. Empiezo a hablar con él, la oferta de Colo Colo era mucho dinero para Bolivia. Él me dice Colo Colo es exageradamente grande, es un club de primera y espectacular. Ahí decidimos que tenía que irme allá y para mí fue algo increíble”, recordó.
El momento de la grave lesión del Diablo Etcheverry en el Superclásico de noviembre de 1993.
Además, puntualizó que “hasta mi lesión, fue espectacular. Llegamos a estar 12 puntos arriba del segundo, creo que era Cobreloa. Estaba con Pato Yáñez, Hugo Rubio, Coke Contreras, que eran jugadores ya consagrados del fútbol chileno y a nivel internacional. También estaban Coca Mendiza, (Javier) Margas, Cheito (Ramírez), eran jugadores extraordinarios. Después aparecieron los galácticos del Real Madrid, pero en ese momento esos eran los galácticos de Colo Colo”.
Y no dudó a la hora de elegir a los mejores, para él, del fútbol chileno. “Está claro que hay jugadores impresionantes, me tocó vivir la época de Bam Bam Zamorano con Marcelo Salas, que fueron extraordinarios. Después, el ídolo-ídolo fue el Pato Yáñez y me tocó jugar con él. Era un ídolo en Chile. Diría que: Bam Bam, Marcelo Salas, Pato Yáñez, Valdivia y Alexis”, sentenció.
Finalmente, comentó que en el futuro le gustaría sentarse en la banca de Colo Colo. “Con respeto a Gualberto (Jara) que está ahora, en su momento sería hermoso personalmente. Me encantaría la verdad”.
Etcheverry jugó entre 1993 y 1994 en Colo Colo para luego pasar a América de Cali. Regresó al Cacique en 1995 donde, en total, anotó 16 goles y consiguió el Campeonato Nacional de 1993 y la Copa Chile de 1994.
En el Superclásico de noviembre de 1993, Mariano Puyol le cayó en la rodilla a Etcheverry tras un empujón de Pato Yáñez. Esto le provocó la rotura del ligamento cruzado al Diablo, quien reapareció a duras penas para el último Mundial que jugó Bolivia, el de Estados Unidos 1994, donde alcanzó a jugar un partido y fue expulsado.
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