Después de la derrota ante Unión Española, el entrenador auxiliar de Colo Colo, Leandro Stilitano, destacó al covid-19 entre los factores que echaron por la borda una campaña que aflojó al final y le dejó en bandeja el título del Campeonato Nacional a Universidad Católica.

"Haremos nuestra autocrítica, pero fuimos el único equipo que jugó dos partidos con juveniles. Quizás esos seis puntos en juego dirían otra cosa en la tabla", expresó la mano derecha de Gustavo Quinteros, quien ha recalcado la influencia de la pandemia.

Pero la lectura de la tabla de posiciones ofrece un análisis distinto. La tremenda campaña de la UC desde que se fue Gustavo Poyet y quedó Cristián Paulucci en el mando técnico hace tres meses, ahorra comentarios: van doce victorias cruzadas en los últimos trece partidos.

En ese periodo, Colo Colo ganó nueve duelos, empató uno y perdió tres. Aunque derrotó a la Franja en octubre, los once puntos que dejó en el camino el Cacique permitieron que los cruzados remontaran una diferencia de cinco unidades y se pusieran +3.

¿Qué responsabilidad tiene el covid en esto? Es difícil de establecer. Es cierto que Colo Colo perdió con juveniles ante Ñublense y Audax Italiano, pero cuando tuvo equipo completo perdió 1-0 con los chillanejos y empató 1-1 con los itálicos, ambos en el Monumental.

En Macul están los mayores tropiezos del cuadro popular, ya que perdió con Palestino, O'Higgins, Cobresal, Ñublense y Unión Española, siempre con el equipo estelar y en choques de trámite similar, donde la visita maniató a los albos y liquidó en velocidad.

Otro motivo señalado por el cuerpo técnico de Quinteros es que "los jugadores han entrenado en sus casas muchos días, nos pusieron muchos contactos estrechos y eso dificulta el trabajo". Pero los hechos no respaldan demasiado ese argumento.

Después del brote de mayo, Colo Colo perdió con Palestino y luego le ganó sólidamente a Huachipato y La Serena. Y tras la segunda crisis sanitaria de octubre, el Cacique derrotó a Wanderers y Melipilla, antes de empatar de visita en Curicó Unido.

Cabe destacar que ese partido ante el conjunto porteño fue reprogramado especialmente para que el cuadro albo pudiera recuperar a los jugadores que habían sido declarados contactos estrechos, licencia que no tuvo ningún otro equipo afectado en Primera.

En definitiva, una sumatoria de desaciertos que aprovechó Universidad Católica para quedarse con el liderato a una fecha del final, y depender de un empate ante Everton en Viña del Mar para resolver el campeonato en su favor. Más allá del covid.