El 2019 de Colo Colo, como viene siendo la tónica, tuvo bastantes turbulencias. Comenzó con la expectativa muy alta y, quizás, el mayor consenso en muchísimo tiempo en todo el ambiente que rodea al Cacique con respecto al nombre que debía suceder a Héctor Tapia: a fines de 2018, asumía Mario Salas y el 3 de enero dirigía su primera práctica.
Con demora y accidentes como distintas lesiones de por medio, Colo Colo completó el primer semestre con las incorporaciones de Darío Melo, Ronald de la Fuente, Cristián Gutiérrez, Marcos Bolados, Andrés Vilches, Gabriel Costa y Pablo Mouche. De ellos, sólo el último se afianzó como titular.
El primer gran tropezón se dio en Copa Sudamericana. Tras ganar en Quito, Colo Colo perdió en el Monumental con la Universidad Católica de dicha ciudad y quedó fuera en penales, cuando la meta era pasar algunas fases.
A partir de ahí, y pese a terminar cerca de la UC de Chile en la tabla el primer semestre, el tema se le empezó a complicar a Salas de cara a la opinión pública, produciendose, de paso, un gran terremoto en la interna con la salida de Agustín Orión.
El argentino se lesionó de gravedad en el Torneo de Verano desarrollado en Viña del Mar. No obstante, cuando terminaba su recuperación decidió dar por finalizado su contrato de manera anticipada. ¿El motivo? No quería ser tercer arquero tras Cortés y Melo y exigía, al menos, pelear en cancha, en los entrenamientos, su opción.
Orión brindó una conferencia pública donde llegaron los referentes del plantel, encabezados por Jorge Valdivia y Esteban Paredes más los argentinos Matías Zaldivia, Juan Manuel Insaurralde y Pablo Mouche. La distancia era evidente con el DT.
Los resultados comenzaron a oscilar entre algunos triunfos, empates e, inclusive, derrotas en el segundo semestre, donde sólo llegó a Pedrero Iván Rossi tras la venta de Esteban Pavez a Medio Oriente. El argentino asumió la titularidad, pero no convenció para hacer uso de su opción de compra con River Plate.
Rápidamente, Colo Colo abandonó la lucha por el título brindándole en bandeja la opción de cerrar todo a la UC mucho antes de lo presupuestado. Y si bien se debían enfrentar en San Carlos con la opción latente de que la Franja diera la vuelta ante los de su antiguo DT, esto no se pudo llevar a cabo por el estallido social.
Un par de semanas antes de las manifestaciones, Colo Colo vivió su jornada más feliz del año: ante Universidad de Chile, Esteban Paredes conseguía su gol 216 en Campeonatos de Primera División, superando los 215 de Chamaco Valdés. Triunfo agónico con tanto de Julio Barroso por 3-2 para los albos y fiesta posterior, con confeti y palabras del ídolo del Cacique junto a su familia y compañeros.
El cierre no fue tan dulce: Jaime Valdés y Jorge Valdivia fueron notificados que no serían renovados, misma suerte de Rossi, Cristián Gutiérrez y Andrés Vilches. Pero también hubo llegadas: Miguel Pinto, César Fuente, Leonardo Valencia y la más rimbombante en años: Matías Fernández, quien fue presentado en el Monumental ante 10 mil personas.
Colo Colo terminó segundo en el Campeonato Nacional y clasificó a la fase de grupos de la Copa Libertadores, donde enfrentará a Bolivia 2 (Jorge Wilstermann, Bolívar y The Strongest pelean la opción), Athletico Paranaense y Peñarol.