El 22 de mayo de 1991 es una fecha que se atesora en el recuerdo de los colocolinos. Esa noche, en el estadio Monumental y en medio de violentos incidentes, el Cacique derrotó 3-1 a Boca Juniors y avanzó a la final de la Copa Libertadores.
Diego Latorre fue protagonista, con la 10 del cuadro xeneize. Y casi 30 años después no se olvida de lo que pasó, con batalla campal y policías dentro de la cancha. En conversación con Francisco Sagredo vía Instagram Live, Gambetita recordó la llamada Batalla de Macul.
“Fue un partido desagradable ese Colo Colo-Boca. Fue lamentable lo que pasó y cómo se desarrollaron los hechos. Había gente corriendo entre el público, estaban mis padres en el estadio… ese partido hoy no se podría jugar”, asegura.
La rivalidad comenzó a tejerse una semana antes, en la ida disputada en La Bombonera: “Nos marcaron hombre a hombre y nosotros veníamos con tres o cuatro jugadores menos, que estaban con gripe. De hecho, Alfredo Graziani y Walter Pico jugaron con fiebre”.
“Nos pusieron las cosas muy difíciles. Lo ganamos 1-0 pero veíamos que Colo Colo no era ese típico equipo chileno, con buenos jugadores pero eternamente frágil en competencias internacionales”, subrayó el comentarista de televisión.
Al margen de los incidentes de la revancha, Latorre considera que “Colo Colo tenía un equipazo, un equipo de hombres: Barticciotto, Yáñez, Mendoza, Jaime Pizarro. Sabíamos que iban a salir con todas las herramientas que tenían y al final lo pasamos mal dentro y fuera de la cancha”, recordó.
La curiosidad estuvo en que el mismo Latorre regresó dos meses después a disputar la Copa América en Chile. Y bien le fue. En el Estadio Nacional, Argentina celebró el título continental. “El primer sabor en Chile fue amargo y después muy dulce”, completó Latorre.