Harold Mayne-Nicholls quiere hablar con Redgol, pero pone con una condición. "Feis tu feis", pide con claridad, en tiempos en que lo telemático se impone. Y no hace más exigencias. "Usted pone la pauta", señala antes de iniciar una conversación de 90 minutos.

Hoy es dueño del 70 por ciento de Trasandino, campeón de la Tercera División A y nuevo integrante de la Segunda División para 2021. Atrás quedó su paso por la ANFP como presidente durante cuatro años y dos más como vicepresidente de Colo Colo. Pero hay cosas que no se olvidan.

"Terminé de confirmar una cosa que es súper importante: lejos la institución más grande de este país es Colo Colo. La institución a todo nivel, sólo superada por el Gobierno por razones obvias. Pero como institución, lejos. Y no tengo ninguna queja", sentencia el dirigente.

Pero no todo son loas para el Cacique. Desde un punto de vista crítico, HMN asume que el equipo no consiguió el Campeonato Nacional en 2021"porque no hubo autodisciplina". "Esa foto de Colo Colo celebrando contra Universidad de Chile… no puede ser. Están los médicos, el coordinador del primer equipo. Hay cincuenta o sesenta personas. Si la Seremi no actúa no actúa queda para la risa", advierte.

Luego vinieron los contagiados y los contactos estrechos. "Para ganar los partidos tienen que jugar los mejores, no pueder echarles la culpa a los cabros chicos. La responsabilidad es de todos", sentencia quien fuera el brazo derecho de Aníbal Mosa en el Cacique entre 2019 y 2021.

La ANFP también es parte del recorrido. Y Harold puntualiza dos cosas: la necesidad de que el Congreso definitivamente despache las modificaciones a la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas, y de que la ANFP se separe de la Federación.

"¿Estamos en esto por el bien del fútbol o por conveniencias propias? Si estamos por el bien del fútbol, no es que les convenga o no les convenga. Hay que hacerlo. Está demostrado. Yo me arrepiento de no haberlo hecho, fue una torpeza mía", lamenta el directivo.

Pero no se olvida de Trasandino: "El objetivo del proyecto es súper fácil y más básico de lo que la gente cree. Es volver a despertar en la comunidad de la provincia de Los Andes el entusiasmo y la pasión por Trasandino, que está escondida. En el último partido llegaron mil personas, que era el aforo máximo que nos permitían. Una persona se me acerca y me dice '¡dónde estaba toda esta gente!'".