Camilo Pino (57 años) saltó a la fama en el Mundial Juvenil Sub 20 de 1987, en el que la selección chilena terminó en el cuarto lugar como local. Torneo en el que fue el tercer goleador con cinco tantos en 6 partidos, ganando el Botín de Bronce.
Luego se consagró en Cobreloa, al que llegó de “chiripa” tras haber sido parte de las divisiones menores de Aviación, club que fue adquirido por los loínos. En los naranjas, jugó por 15 años antes de jugar en Arica, Coquimbo y Antofagasta.
“Estoy radicado en Calama con mi familia, trabajando en un colectivo en estos momentos. Hice mi tarea ya, tengo tres hijas grandes y tienen sus responsabilidades”, sostiene Pino a Redgol.
-¿Por qué se quedó en Calama?
Calama no existía prácticamente cuando llegué, era un pueblo que recién estaba emergiendo. Habían cerca de 60 u 80 mil personas y ahora somos como 600 mil. Me gustó Calama desde un principio, por su clima seco y hasta el día de hoy me sigue gustando. Soy prácticamente calameño, tengo la llama en la frente.

Camilo Pino disfruta de su vida en Calama
-¿Se siente reconocido por los hinchas?
La gente de acá que me saluda mucho siempre, me quiere mucho, estoy feliz de vivir acá.

ver también
Jugó en nueve clubes chilenos, se radicó en EE.UU. y vive como rey: “Me jubilé a los 62 años”
-¿Lamenta no haber jugado en el extranjero en su mejor momento?
El hecho de haber emigrado a un equipo de afuera me hubiera significado haber ganado más dinero, pero con lo que hice estoy bien. Trabajé 15 años en minería y estoy bastante bien porque tengo mi casita y mis vehículos. Estoy más o menos tranquilo económicamente. No tengo grandes lujos, pero vivo bien con mi señora.
-¿Cobreloa no lo quiso vender en su mejor momento?
La oportunidad de salir no me la dieron nunca, fui goleador del Mundial Juvenil pero no me quisieron soltar. Luego me trajeron jugadores y me costó mucho, pero así y todo siempre jugaba aunque fueran 25 minutos. Después fui contención, lateral izquierdo y por jugar iba hasta al arco.
La llegada de Camilo Pino a Calama
Camilo Pino cuenta que “cuando desaparece Aviación, por temas económicos, pasamos a ser de Cobreloa. Habían grandes jugadores, como Eduardo Fournier y Roberto Rojas. Eran casi profesionales cuando yo llegué a tercera infantil, me deslumbraba viéndolos. Yo le conté al Lalo que él era el arquero titular y yo lo veía, luego nos hicimos grandes amigos”.

ver también
Mientras Charles Aránguiz gana 40 millones en la U, esto cobraba en Colo Colo
-¿Cómo fue llegar a vivir a Calama tan joven?
Llegué con 15 años a Calama en 1983 y debuté con 16 años, contra Deportes Iquique. Me vine con el arquero Quique Berríos, que fue un gran amigo con el que sigo hablando hasta hoy.
-Me decía que ha cambiado mucho la ciudad.
Ahora hay mucho vehículo, los tacos son enormes. Entre 7.30 y 8.15 de la mañana es terrible, luego es normal hasta las 6 de la tarde que vuelve el caos vehicular. Y la gente está yéndose temprano a sus casas, porque se puso un poco malo, como pasa en todas partes.
–Decía que tuvo tres hijas, ¿le quedó la espina de haber tenido un varón para que fuera futbolista?
Dios sabe por qué no nos dio un hijo, pero tengo un nieto que está en la Sub 18 y puede ser el hijo que uno quería que fuera futbolista.

Camilo Pino fue un emblema de Cobreloa durante 15 años
-¿Cómo ve el presente de Cobreloa?
Uno está acostumbrado a que Cobreloa esté arriba, que pelee campeonatos. Ahora no está jugando bien y esas cosas son preocupantes. Los cobreloínos miramos con incertidumbre incluso si vamos a entrar a la liguilla para poder ascender nuevamente, pero lo veo difícil este año. No se dan las condiciones.