Carlos Caszely continúa sorprendiendo en nuevas facetas. Luego de lanzar hace pocas semanas un programa como entrevistador, ahora se luce como cantante de cueca en época de Fiestas Patrias.
La canción se llama “Gallinita de Ojos Negros”, un emotivo homenaje a la vida y el amor de uno de los íconos deportivos más queridos de Chile, quien recuerda en este tema a su esposa fallecida, María de los Ángeles Guerra.
Esta cueca fue compuesta por el propio Caszely y musicalizada por su aliado Daniel Guerrero, ex cantante de La Sociedad, un hermoso testimonio de la conexión profunda entre dos almas que encontraron la dicha en la danza y el amor.
La canción nos sumerge en la historia de Carlos y María de los Ángeles, donde la danza de la cueca es más que un baile. Es un reflejo de sus personalidades y de su amor. María de los Ángeles, representada como la “gallinita de ojos negros”, personifica la elegancia y gracia en el baile, mientras que Carlos, con su estilo más callejero y zapateado, encarna la esencia de la “cueca chora”.
La cueca es un baile profundamente arraigado en la cultura chilena, y en este contexto, la canción “Gallinita de Ojos Negros” se convierte en una celebración de la diversidad y el amor que trasciende las diferencias.
La historia de Carlos y María de los Ángeles es la historia de dos personas que se conocieron a través de la danza y encontraron el amor en la singularidad del otro. Es un recordatorio de que el amor puede florecer en los lugares y momentos más inesperados.
Daniel Guerrero, ex vocalista y líder de La Sociedad, asumió el desafío de componer esta cueca a petición de Carlos Caszely. Aunque era un músico más familiarizado con otros géneros, Guerrero logró crear una canción que es tanto conmovedora como alegre.
La voz de Caszely
El goleador histórico de Colo Colo manifestó que esta cueca “nace del corazón, nace de un matrimonio de 50 años, nace por la matriarca de la familia. Una mujer increíble”.
Agregó que “el siquiatra me recomendó tiempo atrás, para salir de esta tristeza, que escribiera. Y un día en la noche lo hice con mi café y mi cigarro”.