Este lunes Nery Velosovolvió a jugar en Primera División tras casi cuatro años de ausencia, luego de entrar de urgencia para reemplazar al lesionado Lanzillota en la victoria por 3-2 de Palestino sobre Universidad Católica.

El último duelo del ex seleccionado nacional fue el 6 de mayo de 2017 cuando defendió la camiseta de Santiago Wanderers en la derrota por 3-0 antes Audax Italiano.

Veloso, quien estuvo un tiempo entrenando sin club y jugando en Segunda División con San Marcos de Arica, dijo que su familia se emocionó al verlo jugar nuevamente en la categoría más importante del fútbol chileno.

"Mi señora, Nicole, lloró. Ella, mis padres y mis hijos supieron por todo lo que pasé en estos cuatro años. Hubo muchos sentimientos encontrados. Para cualquiera pudo ser un partido normal, pero para mí no", señaló en LUN.

Luego, reconoció: "Quería llorar porque luché, remé, trabajé en silencio y en soledad hasta que se abriera una puerta".

Sobre la reacción de sus hijos, comentó: "Mi hija, Antonella, es más grande y se da cuenta mejor de las cosas. El más chico, Facundo, preguntaba qué hace mi papá en la tele. Cuando llegué a verlo me dijo que yo estaba en la tele. Le tuve que explicar que juego en otro club y que estoy muy feliz".

El arquero de 33 años dice que está feliz con su presente en Palestino: "Me sorprende la humildad de Carlos Villanueva, Luis Jiménez y César Cortés. Son unos caballeros y el cuerpo técnico de José Luis Sierra te da una confianza tremenda. Te dicen quién eres".

"En Palestino firmé hasta final del torneo, pero mi convicción es quedarme. Me mato entrenando y me hace feliz que mis hijos vean a su papá juga otra vez en Primera", finalizó.