La final de la Copa Libertadores en Chile está en absoluta incertidumbre. La suspensión de la APEC y la Cumbre COP 25, que se iban a realizar en Santiago, amenaza con extenderse al encuentro programado por la Conmebol para el 23 de noviembre en el Estadio Nacional, debido a la situación vivida en el país por el estallido social.

Así lo informa la prensa sudamericana este mediodía. De hecho, el ministro del Interior paraguayo, Euclides Acevedo, confirmó que el recinto de Cerro Porteño tiene la seguridad garantizada para recibir la definición del campeón de América entre River Plate y Flamengo.

 

La alternativa de Asunción se suma a la del Monumental de Ate en Lima, opción que fue acercada a la dirigencia de la Conmebol ante la incertidumbre que se vive en Chile. 

El presidente de la ANFP, Sebastián Moreno, reconoció ayer las complicaciones para la organización de la final. "Ciertamente es importante que se juegue este partido, pero también hay que estar pendientes de la realidad nacional", expresó.

De esta manera, las próximas horas serán claves para que el Estadio Nacional se mantenga en pie como sede, o que definitivamente se decida trasladar la definición a otro país.