En el programa Vive Redgol, que se emite todos los lunes a las 23 horas a través del canal Vive de VTR, el conductor Rodrigo Herrera condenó la violencia que hubo en San Carlos de Apoquindo, cuando hinchas de Universidad Católica protagonizaron un triste espectáculo, lo que quedó establecido en el informe arbitral.

"Vivimos en el mundo de la impostura, donde se ha normalizado la violencia y los malos tratos. También por supuesto de las provocaciones y el fútbol no es ajeno a este fenómeno. Por eso lo ocurrido en San Carlos de Apoquindo, en el clásico contra Colo Colo, no llama tanto la atención", comenzó en su editorial.

Luego añade que "en primer lugar, porque desde que se fijó la normativa de prohibir hinchada visitante nació una nueva forma de violencia, una vinculada al derecho de propiedad: yo me siento dueño de este espacio y si llega alguien a invadirlo tengo el derecho a hacer lo que quiera, incluso patearlo en el suelo, como ocurrió con un Hincha de Colo Colo".

Agrega el periodista que "la verdad es que la vida no funciona así y al menos, si uno decide romper esa norma e ir al estadio cuando está prohibido, podría estar cometiendo una falta, una infracción, que no le va a traer grandes problemas. Pero golpear un tipo en el piso es un delito, cometer las acciones que vimos por parte de la hinchada de Católica, saltándose la reja y rompiendo una bodega donde había instrumentos de jardinería, es una falta muy grave de la cual Católica no puede hacerse el desentendido".

Por eso es que critica a la UC en esta pasada. "Es muy malo el comunicado de Cruzados. Es cierto que todos condenamos la violencia, pero no pueden culpar a un futbolista por una frase de una provocación y que terminan en hechos que evidentemente tienen un matiz mucho más profundo".

Cortés debió ser atendido por una bomba de ruido que cayó cerca suyo (Agencia Uno)

Cortés debió ser atendido por una bomba de ruido que cayó cerca suyo (Agencia Uno)

Herrera asegura que "como todo en la vida hay brazos largo y brazos cortos. Brazo corto para ser implacable con los que quieren imponer la ley del ojo por ojo y el todo vale en una cancha de fútbol, y brazo largo para atacar los problemas estructurales que genera esa violencia, que da origen a las barras bravas. Lo que no se puede tolerar es que haya clubes que den un paso al lado y que digan esto no es culpa mía, yo miro y responsabilizo al resto de lo que ocurre en mi casa".

Finaliza indicando que "la gente de Católica, por los valores que representa, debe tener una actitud propositiva, porque no es primera vez que este tipo de incidentes ocurren en San Carlos, aunque antes no habían sido tan graves. Les tocó ser protagonistas como locales de hechos vergonzosos".