El Superclásico 193 del fútbol chileno, además de soporífero, también estuvo marcado por los tontitos de siempre. Colo Colo recibió a Universidad de Chile en el Estadio Monumental y cerca del final un grupo de mal llamados hinchas albos arremetió contra los fanáticos azules lanzando bengalas y fuegos artificiales. Algo que dejó furioso a Mauricio Pinilla.
Y es que el exdelantero del Romántico Viajero fue parte de la transmisión de Deportes en Agricultura para el derbi del balompié criollo, y cuando la delincuencia se robó las miradas, una vez más, en la zona sur de la Ruca fue Pinigol quien alzó la voz para mostrar su molestia con la bochornosa situación, a la que tristemente ya estamos acostumbrados.
"Cerremos por fuera"
La primera gran molestia del ex seleccionado nacional fue cuando vio a Leandro Fernández con una cortapluma en la mano, la cual le lanzaron desde la galería del recinto ubicado en Macul. Ahí se prendió la llama de la furia, tanto que hasta se paró de su silla y simuló retirarse del estudio.
"No no no, una cortapluma le tiraron, no no no dejate de hinchar las pelotas por Dios, una cortapluma. Cerremos todo por fuera", disparó sentado en su silla. Sin embargo, dichas esas palabras se puso de pie, dejó el micrófono, se quitó los audífonos y se fue. Aunque a los pocos segundos después volvió a sentarse.
Tras ese primer incidente, un grupo de los descerebrados de siempre comenzó a prender bengalas y lanzar fuegos artificales desde el sector Caupolican en dirección a Magallanes, donde se ubicaron los forofos del Chuncho, y esto desató la ira de la banca visitante, y también del ex azul.
Fue tanta la molestia de Pinilla que se lanzó con todo. "Y en la semanita, los jefes de las barras, que manejan todo asociados con los clubes, pasan todo lo que quieren". Y encontró respuesta en Patricio Yáñez, que fue testigo presencial de los hechos en el Monumental.
"Pasa en todos los equipos, no solo en Colo Colo", advirtió el exjugador de los albos y de la U. "En todos lados Patricio Nazario", fue la respuesta con la Pinilla finalizó todo.