La crisis arbitral está lejos de terminar, porque pese a que los jueces levantaron el paro y despidieron a Javier Castrilli, junto a su comisión, sigue la polémica por el penal cobrado para Huachipato ante Copiapó, por supuestas presiones desde la capital del país.

La versión principal, que dieron a conocer Francisco Gilabert, juez central en ese partido, y el árbitro del VAR, Cristián Droguett, es que les dijeron que "para Santiago es penal", frase que se la achacan a Mario Vargas (QM asesor del video arbitraje).

“El que me transmite esa información (para Santiago es penal) es el QM (Mario Vargas). Ahora, ¿quién de la comisión llamó a Vargas para presionar? No tengo certeza. No tengo evidencia para saber quién presionó a Vargas para que me dijera que para Santiago era penal”, dijo Droguett el pasado miércoles a El Mercurio.

Pero la versión del réferi que estaba sentado mirando los monitores cambió, porque ahora recalca que no sabe si efectivamente hubo un llamado telefónico desde Santiago para presionar, pese a que en primera instancia dijo que "hay tres opciones y son los miembros de la Comisión" acerca de quienes realizaron la maniobra telefónica.

“A mí no me dijeron que llamaron de Santiago, me dijo ‘para Santiago es penal’”, dijo ahora al mismo matutino, cambiando su punto de vista.

Pero al ser consultado sobre la versión de Vargas, que dice que no lo llamaron, el juez indica que “eso es lo que hay que esclarecer”.

Todavía no está claro lo que ocurrió en el CAP, por lo que la investigación tiene que avanzar para saber realmente lo que sucedió en el bullado partido de la Promoción.