Los árbitros de Chile están en pie de guerra. Un comunicado del sindicato de réferis nacionales exigió la renuncia de Javier Castrilli y la totalidad de la Comisión de Árbitros de la ANFP, con la amenaza de un paro sobre la mesa.
En esto mucho tiene que ver Patricio Blanca, ex árbitro profesional de 40 años que comenzó la temporada en Primera B y después recibió el sobre azul de Castrilli, justo después de elevar una denuncia por irregularidades precisamente en el sindicato. Todo muy casual.
Aclara dos cosas: que ya no es árbitro y que todavía no firma su finiquito. Y después felicita a sus ex colegas: “Creo que los árbitros se han dado cuenta de que es una situación que no da para más, y lo que buscan es transparentar y mejorar el arbitraje. No buscan otra cosa”.
Castrilli está en medio del barro. “No sé si ha tratado de que resulten bien muchas cosas que ha hecho. Esta comisión ha hecho muchas acciones en contra del arbitraje y los árbitros, y ha deteriorado todo lo que conlleva al buen funcionamiento”, lamenta Blanca.
El aporte de Castrilli en instrucción es bastante pobre
Hace dos meses Cristián Basaure revelaba las diferencias entre los árbitros chilenos y el jefe de los réferis, Javier Castrilli; una problemática que se agudizó en las últimas semanas y quedó en evidencia con el despido de tres árbitros, entre ellos Patricio Blanca.
“Los árbitros siempre vamos a estar porque esto mejore y no protegeremos ciertas situaciones que no se condicen con un buen funcionamiento. No estaremos en contra de la renovación del arbitraje o de que las nuevas generaciones tomen su lugar, para nada”, puntualiza el ex juez.
En ese sentido, Blanca no tiene dudas en que la labor de la cabeza de los árbitros chilenos es el punto débil. “Castrilli lo ha hecho pésimo.Más que las formas, el tema es el fondo. El área que dirige en su forma técnica, en su fondo y contenido y en su capacidadde dar instrucciones es bastante pobre. Lo ha demostrado en estos meses con su gestión”, sentencia.
Por eso, mientras Castrilli asegura que todo ha mejorado, Blanca reconoce que la sensación es otra:”Los resultados están a la vista. El funcionamiento del VAR ha sido deplorable. Al igual que los futbolistas, los árbitros tienen que entrenarse para hacer bien su trabajo en el campo de juego. Si la instrucción que reciben es mínima y deficiente, no hay forma de mejorar esto. Esta gestión ha empeorado las cosas técnicamente y laboralmente, cada día más”.
Castrilli ha buscado acercamientos en medio de la batalla, pero el cesado réferi chileno cree que “la fuerza (para hacer un paro) está. Como he visto en las reuniones sindicales previas y convocatorias como la asamblea o la votación para acusar a la directiva. Fue un apoyo contundente”, valora Blanca.
“En la votación del martes participaron 76 árbitros y 74 aprobaron la censura. Más del 90 por ciento de los árbitros quiereun cambio. Esto es transversal. Los árbitos más importantes están apoyando, el fútbol femenino, el fútbol joven.Todos se da cuenta de que esto hay que mejorarlo, y que la única forma de hacerlo es esta acción del sindicato”, completa el ex réferi profesional.