Javier Castrilli, el jefe de los árbitros en el fútbol chileno, golpeó la mesa con su gente, luego de tomar la determinación de no seguir contando con los servicios de tres jueces en el Campeonato Nacional: “Patricio Blanca, Omar Oporto y Raúl Orellana por edad y rendimiento”.
Según información que detalla el diario La Tercera, que es confirmada porel propio ex juez FIFA argentino, el hombre dio un claro mensaje a los árbitros nacionales con una drástica determinación.
“Sí, efectivamente. En virtud de lo que vengo señalando desde el inicio de la gestión, todos aquellos que guardan los archivos tienen oportunidad de remitirse a eso. Yo advertí la necesidad de generar un cambio generacional en el arbitraje chileno. Darle la posibilidad a la sangre joven de poder proyectarse. De la misma manera, tenemos que pensar en un arbitraje chileno con una estatura de competencia en el mismo nivel que están dirigiendo. Uno piensa en árbitros de 30 o 32 años que lleguen a instancias superiores del fútbol internacional. Tenemos que bajar el promedio etario”, comienza explicando el propio Castrilli.
“Obviamente, eso lleva a la decisión triste y dolorosa de tener que tomar medidas que son antipáticas que afectan a todos los que recorren el camino arbitral. Se lo comunicamos a tres de ellos en virtud de sus antecedentes. Tomé la decisión de no tenerlos en cuenta en el futuro”, detalla el jefe de los árbitros.
Los motivos para el argentino fueron claros y tienen que ver con la edad y con los rendimientos que se han mostrado en el fútbol nacional, los que no estaban dentro de lo óptimo, según su declaración.
“Estos árbitros son dados de baja por edad y rendimiento. Blanca estuvo dos años en Primera División en gestiones anteriores y ellos también decidieron bajarlo de categoría.Es un muchacho que ya tiene 40 años y por edad no podemos seguir trabajando en él. Nosotros queremos árbitros internacionales y esa falta de proyección nos lleva a tomar estas medidas. El caso de Oporto también fue por edad y rendimiento. Han demostrado que no llegamos con los tiempos necesarios para reeducar esas conductas”, precisa Castrilli.
Tras confirmar la salida de los tres jueces, el argentino destaca que todos los árbitros están bajo constante evaluación por sus cometidos en los encuentros, por lo que no descarta que en un futuro se sigan tomando este tipo de determinaciones.
“A mí me trajeron para tomar decisiones, para mejorar la actividad. Nosotros estamos permanentemente evaluando la actividad.Los 170 hombres que pertenecen al referato están constantemente monitoreados.En la medida que yo decida que se debe tomar otra decisión, así será. Considero como en el caso de estos tres muchachos, a los que les ofrecí ser tenidos en consideración en el futuro como asesores para colaborar en la formación del arbitraje del fútbol joven. Ninguno aceptó. Es su derecho”, finaliza.