El arbitraje del fútbol chileno está lejos de vivir un buen momento, una situación que se arrastra por años con más de una polémica cada cierto tiempo. Hoy por hoy el hecho que marca la decadencia en el referato criollo es el quiebre entre los jueces y el jefe de la Comisión de Árbitros, Javier Castrilli.
De hecho, los árbitros ya le avisaron a Castrilli que el sindicato evalúa seriamente irse a paro, una decisión por discutir que fue gatillada tras el despido de tres réferis y la sensación de los mismos jueces que el nivel del arbitraje ha caído desde la llegada del argentino a la jefatura.
Incluso, algunas voces piden directamente la renuncia de Castrilli, a lo que se suma el escándalo revelado hace una semana por la revista Tribuna Andes en una investigación de Danilo Díaz.
La publicación revela que hubo presiones desde Santiago para el árbitro Francisco Gilabert y el VAR para cobrar el penal que sentenció la permanencia de Huachipato en Primera A durante la bullada promoción ante Deportes Copiapó.
Y fue precisamente Gilabert el que compartió mesa este jueves al mediodía en un local del centro comercial Paseo Quilín. El juez fue visto junto a Paola Barría (instructora técnica de la Comisión de Árbitros de la ANFP) y Javier Castrilli, quienes aparecen en la fotografía obtenida por RedGol, además del réferi Claudio Cevasco.
De esta forma, el almuerzo es uno de los primeros pasos de Castrilli para acercar posturas con los árbitros y evitar que se concrete la amenaza de huelga manifestada por el gremio del referato.
Ahora habrá que esperar cómo se desarrollarán los hechos en los próximos días, pues desde la interna de los árbitros aseguran que Castrilli y compañía están realizando prácticas antisindicales, citando a los réferis para convencerlos que votan en contra del paro.