La selección chilena contó con muchas caras nuevas en las primera fechas dobles eliminatorias rumbo al Mundial de Qatar 2022. Yonathan Andía fue una de ellas, demostrando con creces que los sueños se cumplen.
El fútbol está lleno de historias de esfuerzo, ilusión y especialmente trabajo, descripción que le cabe como anillo al dedo al Cachorro Andía, quien en tres años pasó desde la tercera división a vestir La Roja de todos.
En diálogo con Las Últimas Noticias, el centrocampista de Unión La Calera relató desconocidos pasajes del camino heróico que realizó para cumplir sus anhelos en el fútbol y lograr entrar en la convocatoria de Reinaldo Rueda.
“Soy de Santa Bárbara, cerca de Concepción, y desde ahí me probé en Unión Santa María en la tercera B. Era eganche o puntero. Busqué mi rumbo y siempre me probé en distintos clubes”, comentó Andía y agregó: “para mantenerme trabajaba en lo que salía”.
El actual mediocampista cementero pasó por elencos como General Velásquez, Chimbarongo, Rengo y Deportes Limache, mientras fuera de la cancha trabajaba arduamente para poder vivir, ya que el balompié aún no lo solventaba.
“Trabajé en la construcción, podando, jugué harto en equipos de fútbol rural. Hace cuatro años jugaba en torneo de barrio”, comentó añadiendo: “me pagaban por partido jugado. Con los clubes de tercera sólo había trato de palabra y me salvaba con los campeonatos de barrio… pagaban más”.
El camino de Yonathan Andía dio un vuelco cuandoVíctor Rivero lo descubrió y se lo llevó a Unión La Calera, elenco donde actualmente milita y es opción permanente para la selección chilena, camiseta con la que debutó a los 28 años en el triunfo ante Perú por eliminatorias.
El Cachorro reveló que jugar al fútbol jamás le dio nervios, y que incluso una prueba de matemáticas le daba más temor que jugar a la pelota, algo que a él se le da de manera “natural” según él mismo reconoció. Y vaya que lo ha demostrado con creces.