Uno de los grandes futbolistas que tuvo el fútbol chileno es el arquero Mario Osbén, apodado el Gato Osbén, quien era seguro de manos, de rápidos reflejos y que tuvo pasos por Colo Colo, Unión Española, Cobreloa, entre otros equipos.
En conversación con radio ADN, el arquero habló de actualidad y tuvo particulares palabras de elogios para Claudio Bravo. “Pasa que la forma de jugar que teníamos nosotros es muy distinta a la de los arqueros de ahora, pero si tengo que elegir me gusta mucho Ter Stegen del Barcelona y, por otra parte, nunca me deja de sorprender Claudio Bravo, un portero tremendamente completo, técnicamente muy dotado. No creo que salga otro igual acá en Chile”, dijo.
Al ser consultado si se puede definir cómo jugador, para que los más jóvenes lo conozcan, expresó que “era un arquero liviano, seguro y con unos reflejos que, quizás, fueron mi mayor cualidad. Tampoco fui un gran trabajador, porque mis condiciones no daban para estar metido debajo de los tres palos. En esa época no teníamos preparador de arqueros como los chicos de hoy. Nos formamos a punta de goles. Para esos tiempos llegar a ser lo que la gente dice que fui me parece que fue un gran mérito y me hace quedar tranquilo y conforme con mi carrera. Logré lo quería. No pasé inadvertido”.
Finalmente, señaló que de los equipos que defendió en Chile, de Unión Española tiene un recuerdo especial, porque fue el que lo trajo de Deportes Concepción a Santiago.
“Yo jugaba en Deportes Concepción y me contrata en esa época Abel Alonso. Era todo nuevo para uno que venía de provincia. Jugar la Copa Libertadores, de ahí la selección. Aparte que esa Unión de 1975 hasta 1980 era espectacular, un equipazo, tenía un plantel generoso, prácticamente una oncena para jugar la copa y otra para el torneo nacional, súmele una calidad de dirigentes de primer nivel”, mencionó.
En la misma línea complementó que “Unión me vendió a Colo Colo en 1980 donde pasé seis temporadas inolvidables. Una tremenda institución. Imagínate el hecho de jugar a estadio lleno en cualquier parte de Chile, los títulos, la gente, son situaciones que quedan en eternamente en la memoria. Después, con la llegada de Roberto Rojas, fui vendido a Cobreloa como parte del traspaso del “Pájaro” Rubio al Cacique. Éramos dos arqueros de categoría y ambos necesitábamos jugar. En Cobreloa gané dos títulos y también fui muy feliz”, sentenció.