El fútbol profesional volverá a los estadios este martes después de casi un mes de paralización por el estallido social. Serán tres partidos pendientes de Primera B: Magallanes-Cobreloa, Melipilla-Copiapó y San Luis-Santiago Morning.

Sin embargo, en el conjunto naranja están complicados con la obligación. "Nos están obligando a jugar", dijo la semana pasada Víctor Rivero, y a 24 horas del cotejo se sumó la voz del capitán loíno, Lucas Simón.

En conversación con La Cuarta, el delantero reconoció que pidieron que el duelo no se disputara. "Lo único que pedimos es que no se jugara entre semana y que lo hiciéramos todos juntos, pero vamos a ser los primeros", lamentó.

"Si hay un boicot contra el reinicio del campeonato, sabemos que a los jugadores no nos van a atacar, pero qué va a pasar con la gente, con las corridas, con las balas, con las bombas", sentenció el atacante zorrero.

Según Simón, "nadie quiere ir a jugar, ni los futbolistas ni los dirigentes, nadie. Pero el problema es que si Magallanes se presentay nosotros no, perdemos los puntos y más encima nos van a desafiliar".

La seguridad es la gran inquietud para el plantel de Cobreloa. "Cómo le vamos a pedir garantías al árbitro si todo Chile sigue reclamando y ni la policía ni los militares han sido capaces de mantener el orden", alertó el capitán naranja.

Cobreloa viajaba este lunes a Santiago a la espera del desarrollo de los hechos. "Vamos a viajar, ni siquiera sabemos en qué hotel vamos a dormir y, si se puede, vamos a jugar", completó el ariete argentino.