Este miércoles la ANFP decidió despedir a Javier Castrilli de la presidencia de la Comisión de Arbitraje, tras el escándalo que se desató por los audios filtrados del referee Francisco Gilabert, correspondientes al partido de promoción entre Huachipato y Copiapó.
En primera instancia se habló de una renuncia, pero fue el propio ex árbitro argentino quien confirmó que había sido despedido tras una reunión extraordinaria de presidentes.
“Me acaban de comunicar que estoy despedido. Tengo frustración, porque me trajeron a una tarea que estaba desempeñando. Yo no renuncié y es verdad que se me dijo que se iba a suspender la comisión para iniciar la investigación que yo mismo inicié, promoví, cité a los testigos y dije que había que llevar a la justicia para aclarar”, señaló Castrilli en la noche del miércoles.
Luego, afirmó: “Yo descubrí irregularidades que comuniqué a los superiores. Siempre me manejé con la verdad y transparencia. Acá el problema son los árbitros. A mí me trajeron para purificar el arbitraje y me dijeron que aquellos que no tenían proyección y, de peso internacional, había que sacarlos y promover a gente joven”.
“Esta gente que se siente ofendida llama a un paro y ahora se pretende desviar al eje de una investigación que yo mismo promoví. Gracias a eso descubrimos serias irregularidades y ahora resulta ser que se pretende ocupar eso como excusa para que yo me vaya. Yo vine a entregar todo para el bien del arbitraje chileno (…) Con la verdad, no ofendo ni temo”, acusa.
“Por las características de esta coyuntura, quizás ellos necesiten otro perfil para salir de este momento de crisis”, reconoce.
Castrilli insiste en que su despido es una injusticia: “Cuando yo llegué había tres o cuatro escándalos por fecha. Yo con todos los chicos que estábamos promoviendo, con los pequeños errores, quiero saber dónde están los escándalos. Yo siempre di la cara y cuando tuvo que defender a los árbitros, yo mismo saqué la cara por ellos. Viví todos estos meses 24/7 para ustedes”
El trasandino dice que no se quedará de brazos cruzados: “Me voy a quedar para llevar todo a la justicia. Vamos a la justicia. Yo no ofendo ni temo“.
“En noviembre entregué la lista de los despidos, y cuando me dieron el visto bueno, se tomaron las decisiones en el momento en que yo pude tomarlas. Se filtraron las listas y le dieron la posibilidad a todo el mundo para ensuciar, desafiar, calumniándome a mi y a todos mis compañeros. Estos son caramelos de vida que yo no me los puedo tragar”, finalizó.