Este lunes 18 de octubre se conmemora el aniversario del estallido social en Chile, que además de tener repercusiones políticas y sociales, golpeó en muchos aspectos al fútbol chileno.

Los hinchas se sumaron en masa a las manifestaciones, así como también fueron protagonistas los clubes, jugadores y hasta la selección chilena, que suspendió sus partidos.

El primer gran hito como consecuencia del estallido social fue la suspensión del Campeonato Nacional 2019. El partido entre Universidad de Chile y Deportes Iquique por la fecha 24 sería el último en jugarse de forma normal, aunque luego se intentó reanudar la competencia, sin éxito, con la victoria de Cobresal sobre Unión Española por la fecha 26.

El 22 de noviembre varios manifestantes interrumpieron el partido entre Unión La Calera e Iquique en La Florida, lo que provocaría la suspensión definitiva del torneo por parte de la ANFP.

Los hechos de violencia, la falta de seguridad y carabineros para resguardar los estadios hizo que finalmente la ANFP diera por conluido el Campeonato Nacional con seis fechas por jugarse.

Iquique

Iquique y la Calera en el último partido del torneo (Agencia Uno)

De esta forma, Universidad Católica, que era líder exclusivo a 13 puntos del escolta Colo Colo, se proclamó campeón del torneo. Los cruzados tuvieron una celebración inédita, sin vuelta olímpica, ni aficionados en las tribunas.

En el lado opuesto estaba Universidad de Chile que se ubicaba en el penúltimo lugar, en zona de descenso, antes del estallido social. Los azules, que votaron a favor del término anticipado del torneo, se salvaron de bajar a la Primera B, pues la ANFP resolvió que no habría descensos.

Más allá de lo deportivo, la muerte del hincha de Colo Colo, Jorge Mora Herrera, más conocido como “Neko”, remeció el fútbol chileno. El aficionado albo falleció al ser atropellado por un camión de Carabineros cerca del Estadio Monumental el 28 de enero, luego del partido entre el Cacique y Palestino.

Católica

Católica recibe el trofeo del campeón, tras suspensión del torneo.

Tres días después varios hinchas invadieron la cancha del partido entre Coquimbo Unido y Audax Italiano en el Francisco Sánchez Rumoroso y levantaron un lienzo que decía: “Calle con sangre, canchas sin fútbol”.

Más tarde, debido al estallido se canceló la primera final única de la Copa Libertadores en Santiago, que jugarían River Plate y Flamengo. La selección chilena también suspendió sus partidos amistosos frente a Bolivia y Perú.

Los jugadores también apoyaron las manifestaciones. Camilo Moya y Nicolás Guerra de Universidad de Chile se fotografiaron en Plaza Italia, mientras otros integrantes de la Generación Dorada reaccionaron a la distancia.

Uno que no salió muy bien parado del estallido fue Arturo Vidal, quien fue tratado de “perking” en las redes sociales, luego de que manifestara su intención de jugar por la selección pese a la situación del país. “Estoy con el pueblo. Creo que se levantó y está pidiendo lo justo así que hay que apoyarlo al máximo, pero a lo que vengo acá es a jugar con la selección”, dijo en ese momento.

En cambio, Charles Aránguiz fue elogiado por sus palabras: “Si estuviera en mi casa, estaría marchando y luchando junto a mi gente, con todos. Mi familia y mis amigos están protestando. Ver todo lo que se acumula en las poblaciones es duro. Lo viví y lo vivo de cerca. Tienen todo mi apoyo”.

Finalmente, uno de los hechos que más llamó la atención fue la unión de las barras bravas de Colo Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica, que estuvieron juntas y en paz en gran parte de las protestas de Plaza Italia. Aunque más tarde sí se registraron enfrentamientos violentos entre estas.

Ignacio Saavedra

Ignacio Saavedra se tapa un ojo en la foto oficial de la UC