Barcelona se despidió de la Champions League tras caer 4-0 en Anfield. La historia pudo ser completamente distinta si en la ida Dembélé no fallaba el cuarto tanto luego de quedar solo frente a Alisson.

En el duelo disputado en Camp Nou, el cuadro culé ganaba 3-0 y tuvo un contraataque fulminante donde Messi dejó solo al delantero francés para anotar un gol más. Luego del fallo el argentino se lamentó como nunca en el suelo, sabiendo lo que pasaría en la vuelta.

Liverpool se hizo grande ante su gente y con una contundente actuación volteó la serie para llevársela por 4-3. El equipo de Klopp jugará su segunda final consecutiva de Champions League ante Ajax o Tottenham.