Un gran susto y tenso momento se vivió en la parte final del triunfo del Real Madrid como visita contra el Sheriff por la Champions League en Moldavia, que hizo temer lo peor para el delantero senegalés de 26 años, Adama Malouda Traoré.
Corrían los 78 minutos del partido cuando Traoré fue a pelear un balón con Nacho. Tras la acción, el jugador del Sheriff se llevó su mano al costado izquierdo del pecho y se fue al césped.
Por suerte el delantero no perdió el conocimiento, pero su gesto con la mano en el pecho fue suficiente para encender las alarmas y el entrenador Yury Vernydub lo reemplazó de inmediato por Maxim Cojocaru.
De momento el hecho no pasó a mayores, pero de seguro Traoré deberá ser sometido a rigurosos exámenes para establecer o descartar problemas cardiacos.
La situación tiene fresca en la memoria la reciente arritmia cardiaca sufrida por Sergio Agüero en pleno desarrollo del partido entre Barcelona y Deportivo Alavés, hecho que tiene al Kun fuera de las canchas y con rumores sobre un posible retiro del argentino.
Aún más cruda fue la imagen de Christian Eriksen, quien sufrió un ataque al corazón mientras defendía la camiseta de Dinamarca en la última Eurocopa. El jugador de los registros del Inter de Milán salvó su vida sólo gracias al trabajo de los médicos de campo y la tecnología del desfibrilador.