El gol de Kai Havertz le dio el título de la Champions League al Chelsea sobre Manchester City en la final disputada en Porto para causarle un nuevo sinsabor a Josep Guardiola en la competición, quedando al debe y perdiendo su primera final europea para alargar a una década su sequía en la competición.
Fue en 2011 la última vez que alzó La Orejona con el Barcelona de autor que comandaba que se impuso 3-1 al Manchester United en Wembley, repitiendo la dosis que aplicó dos años con un 2-0 frente al mismo rival en Roma. El catalán empezó a gestar su prestigio como uno de los mejores técnicos del mundo, pero Europa empieza a ser una frustración muy grande.
Pep tenía pleno en finales europeas pues más allá de esas dos Champions ganada pues también se impuso en sus dos Supercopas de Europa (Shakthar Donetsk en 2009, Porto en 2011)y en definiciones internacionales tampoco cayó pues también con los culés celebró en dos ocasiones en Mundial de Clubes (Estudiantes de La Plata en 2009, Santos en 2011).
Para la temporada 2013-14 se mudó al Bayern Munich y en sus tres ediciones con los bávaros cayó en semifinales a manos de tres equipos españoles: Real Madrid, Atlético y Barcelona. Luego pasó a Manchester City para la 2016-17 y los cuartos de final habían sido su gran barrera hasta que la superaron este año.
Sin embargo, Chelsea le amargó al consagración al City y a Guardiola que ahora solo piensa en su revancha en una nueva temporada pero sin duda se trata de un golpe muy duro para uno de los técnicos que siempre está peleando por la gloria pero que se ha quedado corto en Champions League.