El Manchester United clasificó a los cuartos de final de la Champions League en un final no apto para cardíacos. Cumplido el tiempo reglamentario, el 1-2 parcial en París le daba el paso al PSG.
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Sin embargo, Presnel Kimpembe evitó un remate con el brazo dentro del área y el VAR cobró el penal. Desde los doce pasos Marcus Rashford batió a un Gianluigi Buffon que no tuvo su mejor partido y el marcador se cerró en 1-3.
Con el pitazo final del árbitro Damir Skomina se desató la euforia del Manchester United por la proeza que se recordará por mucho tiempo gracias al emocionante epílogo.
Los compañeros del lesionado Alexis Sánchez se fueron a una esquina a abrazarse con los hinchas visitantes, mientras Ángel Di María tomaba cara de no creerlo. Kylian Mbeppé se tapó la cara por la decepción y el golpeado Kimpembe revisaba una y otra vez su escena en la cabeza.
Entre la conmoción, la postal se la llevó Romelu Lukaku, que se dio tiempo para abrazar y darle palabras de consuelo a Kimpembe, a la postre el villano del Paris Saint-Germain.
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