Como si no fuera poco estar abajo 3-0 en el marcador acumulado de la semifinal de la Champions League contra el Barcelona, al Liverpool se le concentran los males. Dos de sus principales figuras podrían no estar el día martes cuando choquen en Anfield por la vuelta de la semifinal del torneo.

Mohammed Salah salió este sábado del partido que los Reds le ganaron al Newcastle (3-2) en camilla tras sufrir un fuerte golpe en la cabeza con un rival. El técnico del equipo, Jurgen Klopp, envió un mensaje de tranquilidad. “Él está bien. Tras el partido, vimos la repetición en el vestuario y estaba bien”. Su compañero, el defensor Dejan Lovren, bromeó sobre el tema: “Mo está bien: solo que no recuerda cómo me llamo”, pero agregó: “es un monstruo, estará bien”.

Ahora es una decisión médica: “Hay que seguir su evolución en las próximas horas para saber si podemos contar con él o no”, avisó el técnico. Hasta ahora, la evolución del egipcio ha sido positiva, con lo que no se descarta que lo utilicen el martes.

Peor está Roberto Firmino, quien no pudo recuperarse de una lesión muscular para el sábado y tampoco podría estar el martes. “No es algo que se pueda apurar”, avisó Klopp. “El departamento médico ya nos dijo la semana pasada que no había opción. Él pensaba que se recuperaría más rápido, pero no”, agregó el DT.

Lo cierto es que a Firmino lo esperan de vuelta para el último partido de la Premier League, en casa, contra Wolverhampton. Allí necesitarán un triunfo y que el Manchester City no gane alguno de los dos partidos que a esta hora le quedan.