El boxeo es un deporte extremadamente lucrativo. No son pocas las historias que hablan de que, con base al esfuerzo, la constancia y los triunfos, muchos de sus protagonistas logran llevarse a casa sumas millonarias, cambiando así una vida que a menudo comenzó con carencias desde la niñez.
No obstante, también hay miles de historias que relatan el otro lado de un deporte tan exitoso, como oscuro, así es como podríamos definir lo dicho que recientemente por el ex boxeador argentino, Omar “El huracán” Narváez, excampeón mundial de peso mosca y supermosca y que reinó entre los años 2002 y 2014.
La lucrativa oferta que rechazó por perder
Omar Andrés Narváez es uno de los boxeadores argentinos más exitosos de todos los tiempos, fue campeón mundial, realizó 28 defensas exitosas y lidera el registro de los sudamericanos con más peleas de título mundial con 31.

Omar Narváez se enfrentó a Naoya Inoue el 2014 en Tokio por el título OMB mosca. (Foto: Atsushi Tomura/Getty Images)
Hoy retirado de los cuadriláteros, el trasandino, quien se enfrentara a grandes como Naoya Inoue y Nonito Donaire, entre otros, recientemente contó a Silvana Carsetti en BDP Stream, una llamativa oferta que rechazó, pero que consistía en perder y así obtener la ‘mayor bolsa de su vida’, todo esto para preservar su integridad y su legado deportivo.
Fue en 2007, año donde el boxeador argentino viajó a Francia para defender su título mundial de peso mosca de la OMB ante Brahim Asloum, campeón olímpico y retador número uno por el cinturón. Según relató Narváez, a una semana del combate representantes del francés le propusieron perder a cambio de una suma “muy tentadora”.
“Ya había un contrato sobre la mesa en el que me ofrecían perder, con una bolsa muy tentadora. Y perdiendo me aseguraban que iban a pasar dos o tres peleas y me volvían a dar la posibilidad de pelear contra el campeón”, detalló el excampeón.

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La presión no era solo económica, advirtió Narváez, también describió que el ambiente intimidante que había en la reunión, incluso con guardaespaldas corpulentos, acentuaba aún más la tensión del momento: “Yo ya pensaba ‘por qué estoy acá’. Y pensé ‘tengo que ser inteligente, los guapos mueren rápido’”, agregó.
Finalmente, Narváez dio a conocer como finalizó aquella reunión tras su rechazo, indicando que: “Cuando me hablaron así dije ‘ahora menos me va a ganar’. Ahí me prendieron el fuego”.
Finalmente, el enfrentamiento celebrado Le Cannet, el 10 de marzo de 2007, terminó con una victoria contundente para el argentino, quien logró defender su título y se impuso por decisión unánime, con tarjetas de 118-109, 117-110 y 116-111.
La victoria no solo le permitió seguir como campeón de boxeo, el propio Naravéz agrega que fue una señal de su negativa de ceder ante la corrupción: “Si yo me hubiera guiado por la plata, habría aceptado y hubiese ganado mucho más que en cualquier defensa. Pero me dije ‘yo no nací para esto’”, finalizó.