Un escándalo de proporciones es el que se está viviendo en la selección de fútbol de Cuba, combinado que actualmente está disputando en Estados Unidos el Grupo D de la Copa Oro de la CONCACAF 2023.

Según consignaron las redes sociales del propio combinado cubano, los jugadores Roberney Caballero (28 años), Neisser Sandó (24), Denilson Milanés (20) y Jassael Herrera (20) decidieron abandonar la concentración del equipo en medio del torneo tras caer en el debut ante Guatemala en Miami.

Pese a lo insólita de la noticia, esta no es la primera que esto pasa en el deporte cubano. Sin ir más lejos, sólo en este año 2023 ya van 33 deportistas que han decidido quedarse en suelo estadounidense.

Lo curioso es que Caballero, Morales, Sandó y Herrera estuvieron presentes en Chile en la derrota de Cuba ante la Roja en el amistosos internacional jugado en el Ester Roa de Concepción el pasado domingo 11 de junio.

La selección de Cuba estuvo hace apenas unas dos semanas en suelo chileno para enfrentar a la Roja. | Foto: Photosport.

Estos cuatro jugadores decidieron dejar la concentración del equipo justo antes del viaje a Houston, donde el cuadro caribeño enfrentará el próximo sábado 1 de julio su segundo partido de la Copa Oro ante su simular de Guadalupe.

Historia conocida para el deporte cubano

Esta deserción dejó perpleja a la Asociación de Fútbol de Cuba (AFC), justamente porque a inicios de año habían anunciado una serie de medidas para evitar esta práctica entre los deportistas de la isla.

“Dentro de las normativas internacionales, en las cuales la Federación Cubana está adscrita como miembro de la FIFA, existe una convención que ha ido modificando los estatutos de la FIFA, y nos permitirá, en cuanto podamos implementar, controlar mejor a nuestros atletas en cualquier parte del mundo”, señaló a comienzos de año el presidente de la AFC, Oliet Rodríguez.

Así las cosas, ahora Cuba tendrá que enfrentar lo que resta de Copa Oro con solo 19 futbolistas, esto mientras el resto de cuatro deportistas literalmente buscarán iniciar una nueva vida en suelo estadounidense.