Barcelona está reviviendo los fantasmas de la temporada pasada pues cayó con Inter de Milán en la tercera jornada del grupo C de la Champions League, 1-0, con un solitario gol de Hakan Calhanoglu. Los de Xavi Hernández tuvieron una presentación bastante gris y se quedaron sin ideas en busca del empate.
Sin embargo, sobre el final del encuentro, a puro empuje los blaugranas estuvieron con opciones de igualar. De hecho lograron marcar por medio de Pedri, quien la mandó a guardar tras una serie de rebotes pero la acción fue anulada pues justo antes del remate del mediocampista hubo una mano de Ansu Fati.
El 10 culé la rozó con su brazo luego que el portero nerazzurri, André Onana, despejara a medias. Ayudado por el VAR, el árbitro Slavko Vincic de Eslovenia decidió que la anotación no era válida. Restaban poco más de 15 minutos en el tiempo reglamentario y el asedio de los catalanes no frenó.
Ya en el tiempo añadido llegó una nueva polémica. Nuevamente Ansu Fati estuvo involucrado pues fue a buscar de cabeza pero el centro de Sergi Roberto fue cortado por Denzel Dumfries, pero la pelota tocó su mano. En el Giuseppe Meazza el reclamo de los visitantes fue aireado y se procedió a revisar.
En esta ocasión, el árbitro principal no acudió a la pantalla para revisar como en la primera ocasión y asistido por la sala de videoarbitraje tomaron la determinación que no era suficiente para señalar el penal.
Finalmente, Barcelona se quedó sin opciones de empatar y ahora está en la tercera posición de su grupo por detrás de Bayern Múnich e Inter de Milán. La próxima semana tanto los catalanes como los italianos se verán las caras en el Camp Nou con los de Xavi Hernández sin margen de error.